¿Y ahora, qué?

Estamos viendo que el paso por la agencia libre está siendo tranquilo para los Colts. Después de la locura del año pasado, en la que se fichó a varios jugadores de nombre y se tiró la casa por la ventana para perpetrar la peor temporada desde la llegada de Ryan Grigson como general manager, la estrategia ha cambiado de forma radical.

Hagamos un breve resumen de lo acontecido hasta el momento ya que, ayer mismo, se firmaba uno de los contratos más interesantes de esta agencia libre. Hemos visto cómo Matt Hasselbeck anunciaba su retirada como jugador de football profesional para pasar a formar parte del elenco de la cadena ESPN. Hemos visto cómo abandonaban el barco nombres ligados a los Colts desde hace años, como Coby Fleener (TE), Jerrell Freeman (ILB) o Björn Werner (OLB). Nos han dejado también Andre Johnson (WR), Boom Herron (RB) y Dwight Lowery (S). Hemos visto renovaciones como las de Dwayne Allen (TE) y Adam Vinatieri (K), y reestructuraciones a la baja como las de Trent Cole (OLB) y Arthur Jones (DT). En el apartado de las incorporaciones, hay que mencionar a Forrest Hill (LS), Scott Tolzien (QB), Robert Turbin (RB), Jordan Todman (RB) y, finalmente, Patrick Robinson (CB).

Con la llegada de Robinson desde los Chargers, se cubre un hueco de máxima necesidad como era el de cornerback. Con Greg Toler fuera del equipo (es el peor agente libre de su posición según algunos rankings), hacía falta una pareja para Vontae Davis. Darius Butler es una buena opción contra el slot y D'Joun Smith tiene aún mucho que demostrar. Patrick Robinson tiene 28 años y fue elegido originalmente por los Saints en la primera ronda del draft de 2010. Pasó sus primeras cinco temporadas en Nueva Orleans (en 2013 sólo jugó dos partidos), siendo uno de los mejores de una secundaria mal planteada desde la banda. En total, ha jugado en 74 partidos, 43 de ellos como titular, consiguiendo 229 placajes, un sack, 54 pases defendidos, 11 intercepciones, una de ellas para touchdown, y dos fumbles forzados. El año pasado en San Diego jugó 16 partidos, 10 de ellos como titular, para 49 placajes, 8 pases defendidos, una intercepción y un fumble forzado. Ha jugado mucho como nickle, defendiendo el slot, pero no por ello deja de ser una buena opción para el exterior. Su contrato (algo más de 12 millones de dólares por tres años) parece un buen movimiento de las oficinas.

Hay otras posiciones, por el contrario, que todavía necesitan una mejora. Durante todo el año hemos hablado de la falta total de pass rush. Por el momento no ha habido ningún movimiento que haya hecho que pensemos que eso va a cambiar. En esta última temporada, se ha demostrado más que nunca la importancia de poder anular a un ataque por medio del pass rush. Llegar hasta el QB, agobiarlo, obligarlo a tomar decisiones equivocadas o tirarlo al suelo para hacerle perder yardas se ha convertido en un must a la hora de conseguir campeonatos.

Los Colts cuentan con un Robert Mathis que probablemente no vuelva a ser el de antes, un Trent Cole que ha demostrado poco durante el año que ha jugado, y un Erik Walden que cumple bien con su trabajo, pero no es un auténtico playmaker. Sin armas para llegar hasta el QB rival la defensa no dejará de ser un lastre que condicione el juego de todo el equipo. Es cierto que la posición de defensive end parece estar bien cubierta tanto con Kendall Langford como por Herry Anderson. Dos jugadores que se compenetran bien y que han dado buenos resultados este año. Mucho más comprometida está la posición de linebacker exterior. Habrá varias opciones en el draft, pues este año hay buenos pass rushers disponibles. No sería una tontería que Grigson decidiera gastar su primera elección en un OLB con las características necesarias para ser titular desde el primer día.

También la línea ofensiva es una de las mayores preocupaciones que debería tener la franquicia a la hora de afrontar los nuevos fichajes. Durante esta agencia libre hemos visto como jugadores que podrían haber encajado bien y mejorado el nivel de la línea han volado a otros equipos. Center y guard siguen siendo posiciones de máxima necesidad. No se ha sabido abrir puertas para la carrera, y no se ha sabido proteger al QB. Es posible que con el esquema que quiere implantar el nuevo coordinador de OL, Joe Philbin, los resultados sean mejores, pero hace falta talento, sobre todo en el centro de la línea.

La partida de Jerrell Freeman a los Bears deja un buen hueco en la posición de linebacker interior. El equipo cuenta con Nate Irving, Sio Moore y novatos como Junior Sylvestre o Amarlo Herrera, que podrían dar el salto este año. Sólo D'Qwell Jackson ha demostrado ser un titular sólido. Este último año se le ha visto muy fuerte contra la carrera, aunque sigue teniendo limitaciones en cobertura. Una ronda alta o media en el draft no le haría daño a la posición. Tenemos a Mike, pero habría que acompañarlo de un buen Will.

La bajada de sueldo de Arthur Jones, más el buen juego de David Parry y Zach Kerr, hacen que la línea defensiva no sea una de las mayores preocupaciones, sin embargo, la cantidad de buenos prospectos disponibles este año hace posible que se gaste alguna ronda en un hombre de línea defensiva.

Chuck Pagano ha dicho que quiere reforzar el ataque aéreo con un nuevo receptor. Si no se pierde la cabeza con alguna ronda alta, quizás sería positivo traer un nuevo talento que sea capaz de competir por un puesto entre Hilton, Moncrief y Dorsett (que no hay mucho más allá de ellos tres).

Ryan Grigson ha dicho que no ha terminado con la posición de corredor. Es posible que a Frank Gore le quede poca gasolina, y además de un complemento (que se ha conseguido con Robert Turbin), hace falta un remplazo. Este año hay corredores con mucho potencial esperando dar el salto a la NFL, y es posible que el director general termine por hacerse con uno de ellos.

Estas son las posiciones que podrían verse mejoradas, desde nuestro limitado punto de vista. Los movimientos en la agencia libre han sido modestos, pero se han completado algunos huecos importantes. Parece que la apuesta está en el próximo draft, en el que se dará un gran paso a la hora de configurar la plantilla que salte al campo la próxima temporada regular.