martes, 8 de marzo de 2016

¡Llegan los días locos de la agencia libre!



Mañana comienza el primer tramo de la competición. La NFL da el pistoletazo de salida al nuevo año y con él llegará la agencia libre. Los equipos intentarán buscar refuerzos entre lo que haya disponible en el mercado. Algunos tendrán más espacio en el tope salarial para jugar, otros menos.

Tras lo visto en el experimento del año pasado, ha quedado claro que los Colts no han sabido sacarle partido a la agencia libre. Con visión a corto plazo, se ficharon una serie de veteranos que, con excepciones, no han sabido cumplir con su papel. Nos vienen a la cabeza nombres como Andre Johnson, Trent Cole o Todd Herremans.

Sin importar las malas experiencias que se hayan tenido en el pasado, no hay que olvidar que la agencia libre es una de las herramientas con las que fortalecer la plantilla. Y en el caso de los Colts hay muchos huecos que sería importante cubrir. La línea ofensiva y el pass rush deberían ser las prioridades, a las que habría que añadir posiciones como las de CB o RB, que también tienen sus necesidades.

Ryan Grigson ya ha dicho que quiere reforzar la OL. Según lo visto este año, no sería una tontería reforzar las posiciones de center, right guard y right tackle. El centro y el lado derecho han sido un desastre. Los bloqueos para el juego de carrera inexistentes. Hay hombres que crean profundidad y que podrían dar el salto, pero con gente como Mitchell Schwartz y Alex Mack en el mercado se podrían mejorar mucho el nivel y la efectividad de la línea.

Los dos miembros de la poderosa línea de Cleveland supondrían un buen pellizco en el tope salarial, y hay otros equipos con más posibilidades de hacerse con ellos, como los Jaguars, pero lo cierto es que encajarían perfectamente con las necesidades de la línea. A sus 30 años, Alex Mack sigue siendo uno de los mejores centros de la liga. En su contra: viene de cobrar 8 millones de dólares anuales y es posible que quiera que la cifra aumente. Mitchell Schwartz es un excelente right tackle que se ajustaría como un guante a la OL de los Cotls. Es joven, aún tiene 26 años, y su contrato también rondará los 8 millones. Los Colts deberían ser valientes y apostar por un hombre de talento y calidad como Schwartz que acompañe en el extremo opuesto de la línea a Anthony Castonzo.

El caso de Russell Okung es curioso, ya que se presentará a la agencia libre, sin agente, representándose a sí mismo. No sería raro que pidiera 10 millones al año. Su fuerte es el lado ciego, puesto cubierto en los Colts por Castonzo. Dicen que si los Seahawks no consiguen retenerlo, podríamos verlo jugar en Oakland, Tennessee o San Diego.

Hay alguna otra opción, con más contras que pros, como Andre Smith, que viene de sufrir durante el pasado año con los Bengals; o el Steeler Kelvin Beachum, que viene de una lesión del ligamento cruzado anterior algo sospechosa.

Además de un center y un RT, los Colts necesitan reforzarse con un guard. Es posible que Kelechi Osemele también esté en el mercado. El de los Ravens es un monstruo, muy versátil, y tiene 27 años. No se espera que pida menos de 10 millones de dólares al año y no parece fácil que termine renovando con Baltimore. Su precio es elevado, pero podría ser todo un puñetazo en la mesa si los Colts decidieran hacerse con él. Encajaría perfectamente en el nuevo esquema que quiere implantar Joe Philbin, más físico.

Otro guard que puede estar en el mercado es Alex Boone, de los 49ers. Puede jugar de tackle y es joven. No es fácil que los niners puedan retenerlo y en ese caso sería de esperar que el jugador pida una paga que ronde los 8 millones anuales. Su precio es elevado y no tiene el potencial de Osemele. Hay quién lo coloca en los Vikings, los Giants o los Seahawks.

Con Brandon Brooks pasa un poco lo mismo. Es joven y está proyectado como uno de los mejores guards en el mercado, pero su precio, que también rondara los 8 millones, es demasiado para una posición que puede mejorarse con una ronda media en el draft.

Si la línea ofensiva necesita un arreglo, el pass rush no se queda a la zaga. El impacto en el tope salarial que un jugador del tier más alto provocaría complica que los Colts se puedan hacer con los servicios de algunos de los mejores rushers disponibles.

A la cabeza de todos ellos estaría Oliver Vernon. Los Dolphins harán lo posible por igualar cualquier oferta que le llegue y suba los casi 13 millones del transition tag que tiene. El defensive end provocaría un impacto desde el primer día, pero es un precio elevado y hay varios puestos por cubrir.

No será fácil que los Giants dejen marchar a Jason Pierre-Paul. Han mostrado mucha paciencia con él, y los resultados han sido buenos a pesar de que ha jugado con media mano menos. Su capacidad para placar ha disminuido sensiblemente tras la lesión que se provocó el mismo con unos fuegos artificiales. Si no renovara, hablan de que podría terminar en Tampa Bay, Dallas, o Jacksonville, uno de los posibles ganadores de esta agencia libre.

Otro jugador de los Giants que podría estar en el mercado es Robert Ayers. Con 30 años viene de jugar una temporada sólida, pero se maneja mejor en una 4-3. Su precio rondará los 6 millones anuales.

Se ha hablado mucho de Mario Willians. El caso es que tiene 31 años y no se amolda a la idea de rejuvenecer la plantilla. Al igual que Ayers, funciona mejor en una 4-3 que en la 3-4 que usan los Colts, y su precio podría ser desorbitado.

Otro jugador interesante es Bruce Irvin OLB de los Seahawks. Es un pass rusher nato y sus 28 años harán que su contrato gire en torno a 8 millones y medio. Parece interesado en los Jaguars, por lo que si Grigson decide ir a por él, los Colts estarían matando dos pájaros de un tiro.

La de cornerback es otra de las posiciones de necesidad, y el primero en la lista es Janoris Jenkins, de los Rams. Es uno de los mejores coners jóvenes que hay en la liga, y su precio no bajará los 10 millones y medio. Sería una pareja de lujo para Vontae Davis, pero, con todos los huecos que hay que cubrir no parece que sea fácil hacerse con él.

También es posible que anden por ahí Prince Amukamara y Sean Smith. Los dos andarán entre los 8 millones y medio y los nueve. Los dos son jóvenes, pero Smith es quizás el que mejor proyección tenga. También sería un fichaje de lujo.

Con Frank Gore encarrilado en el último tramo de su carrera, el backfield también necesita de un buen refuerzo. Además de él no hay mucho y no se le debería cargar con todo el peso del ataque terrestre. El draft puede ser un buen lugar para encontrar un complemento para Gore, pero en la agencia libre podría haber alguna opción.

Doug Martin viene de hacer un año tremendo con los Buccanners. 1402 yardas desde scrimmage y 271 de recepción hacen que en Tampa quieran asegurarse a su corredor por unas cuantas temporadas más; pero hay otros equipos detrás de él. Los Colts podrían ser uno de ellos. Su precio, que podría oscilar los 8 millones anuales (quizá más) no parece demasiado para un jugador con sus estadísticas. Lo cierto es que siempre ha sido un tipo irregular con tendencia a perderse partidos. Mucho dinero para un perfil tan arriesgado. No lo vemos como una solución a medio o largo plazo.

Matt Forte es otro de los pesos pesados de la agencia libre. Es un hecho que los Bears no van a renovarle y también tiene a varios contendientes detrás de él. Entre ellos los Patriots. Sería un perfecto complemento de Gore, ya que aportaría con su capacidad para recibir pases, pero su edad y su posible precio no hacen de él un candidato idóneo.

Otro que podría complementarse muy bien con Gore por su capacidad como receptor es Lamar Miller, mucho más joven y explosivo. No es seguro que los Dolphins vayan a renovarle, habrá que ver qué le ofrecen y qué estarían dispuestos a darle fuera de Miami. Insistimos, hay buenos prospectos en el draft como para poder construir un nuevo backfield, pero Miller tiene potencial para convertirse en un gran corredor. Dicen que los Phins podrían ofrecerle entre 4 y 5 millones anuales, pero, ¿hasta dónde subirán las pujas del resto?

Chris Ivory es un caso especial. Cuando ha estado sano, el de los Jets ha sido incomparable, pero lo cierto es sufre con las lesiones. Tiene 27 años y este año le hemos visto arrasar con las defensas rivales. Su precio puede rondar entre los 4 y los 5 millones, pero no deja de ser una opción arriesgada.

Los aficionados de Indianapolis hemos tenido suficiente con Andre Johnson, pero eso no quita para que uno de los jugadores con más nombre en esta agencia libre sea Arian Foster. El corredor de los Texans llegó a estar en la élite de la posición, pero las constantes lesiones han bajado su rendimiento de forma considerable. Es posible que encuentre su lugar en la liga y si se mantiene sano puede llegar a dar su canto del cisne. No parece una buena opción para los Colts.

Por último nombrar a Alfred Morris. Tras una temporada de rookie excelente, en la que se vio muy beneficiado de un QB como el Robert Griffin de aquel año, no ha vuelto a jugar como entonces. Su protagonismo ha ido en decadencia, pero con el sistema adecuado podría recuperar algo del potencial que mostró durante su primer año. No es un gran receptor. Su precio podría oscilar entre los 4 y los 5 millones anuales.

Son muchos nombres los que nos hemos dejado en el tintero virtual, pero bastante extensa ha quedado ya la entrada. En unas pocas horas comenzarán los días locos de la agencia libre. Se esperan algunas renovaciones, y también habrá movimiento de puertas a fuera. La FA es uno de los acontecimientos más importantes de la offseason y en sus aciertos y sus fallos se moldean las plantillas con vistas al próximo campeonato.

El año pasado las oficinas de los Colts se volvieron locas y trajeron a un puñado de veteranos, de los que apenas dos han conseguido funcionar. Jim Irsay ya ha anunciado que la filosofía de la franquicia va a constar en rejuvenecer a la plantilla. Con vistas al mega contrato que se supone que se firmará con Andrew Luck antes de que empiece la temporada regular, más las renovaciones que hay pendientes, más los contratos de los futuros rookies, apenas hay espacio para un par de movimientos importantes, y quizás algún otro fichaje menor. Si tuviéramos que elegir, uno de los movimientos importantes sería un hombre de línea, probáblemente el tackle Mitchell Schwartz o el guard Kelechi Osemele. El otro sería un pass rusher. Bruce Irvin parece una buena apuesta.

Sólo queda esperar que Ryan Grigson haya aprendido la lección. El equipo necesita un par de hombres jóvenes destinados a cubrir puestos de máxima necesidad, jugadores que con su titularidad supongan una verdadera mejora y que reduzcan un poco el espacio en el que habrá que moverse en el draft.

Hay mucho trabajo por hacer, y parte de lo que traiga el porvenir se escribirá con las renovaciones y los fichajes que se hagan durante las próximas semanas.






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