LÍNEA DEFENSIVA: B
Si bien hemos estado viendo que el ataque de los Colts ha dejado mucho que desear, la defensa, sin grandes estadísticas, ha cumplido algo mejor que su contrapartida. Es cierto que no hay todo el talento que gustaría, y ha habido posiciones que han fallado irremediablemente, pero si algo ha mejorado en esta defensa, ha sido su línea.
Llevábamos varios años en los que el juego contra la carrera había sido una de las grandes preocupaciones de los aficionados. Esta temporada la cosa ha cambiado. Durante la pasada offseason no dejamos de señalar a esta unidad como una de las más necesitadas, y la llegada de nuevos jugadores ha supuesto una mejora notable.
Tras una reestructuración completa de la línea, se conseguía anclar uno de los puntos débiles de la defensa, conformando un grupo relativamente joven que anuncia un futuro brillante en este área. La llegada de los hombres que conforman el trío en el que se asienta el resto del front seven ha sido un soplo de aire fresco y el inicio de una nueva era en la que la zona central de las trincheras se ha visto muy favorecida.
El de Stanford es un programa que los seguidores de los Colts conocen bien en estos últimos tiempos. De allí llegó en la tercera ronda del último draft el defensive end Henry Anderson. Considerado por algunos uno de los novatos con mayor proyección, ha sido una sorpresa muy agradable. Se ha adaptado al ritmo de la liga a la perfección y su presencia ha sido garantía de solidez.
Esto es lo que decíamos de él en el mock basado en la tabla de Drafttek que publicamos el año pasado:
"Henry Anderson es un jugador con buenas manos que sabe provocar placajes para pérdida de yardas. Tiene muy buena mentalidad, es inteligente y los entrenadores adoran su predisposición a luchar por el equipo.
En su contra, no parece tener buen juego de piernas y pies, carece de pegada para jugar hacia el interior y puede llegar a ser bloqueado por tight ends. No es un gran atleta, pero sí que cuenta con una buena altura. Si coge el peso necesario y puede imponer su tamaño y su velocidad, podría ser la pieza que la línea defensiva necesita.
Ha jugado en una defensa 3-4, en ambos lados, y es la formación con la que se encuentra más cómodo. Además, siempre hay hueco para uno más de Stanford".
Con Arthur Jones lesionado antes del comienzo de la liga regular, Anderson ha tenido la oportunidad de jugar como titular desde el primer momento. Durante los 9 partidos que jugó antes de su lesión consiguió 31 placajes, un sack, dos pases defendidos y ha contribuido de forma innegable contra el juego de carrera. La lesión que lo apartó del juego durante el resto de la temporada fue una noticia nefasta, pero leído no hace mucho que está teniendo una recuperación rápida, por lo que no debería ser un problema de cara a la próxima campaña. Anderson es un fuera de serie, un tipo con tintes de grandeza en el que apoyar el trabajo de la línea durante la próxima década.
Otro llegado desde Stanford, que también ha sido una grata sorpresa, ha sido el nose tackle David Parry. Sin haber llegado al nivel mostrado por Anderson, ha representado una clara mejora para la posición respecto a otros años. El ancla que representa el nose para una 3-4 (con tres hombres de línea y cuatro linebackers, dos exteriores y dos interiores) es un pilar para el esquema. Su capacidad para pensar por el equipo y su ética de trabajo hacen de él uno de los favoritos del cuerpo técnico, habiéndose ganado la titularidad gracias a su rendimiento. No hay que olvidar que llegó en quinta ronda. Ha tenido partidos espectaculares en los que ha estado en todas partes, presionando a la línea rival, invadiendo el pocket y frenando el juego de carrera en seco. Tiene techo aún para mejorar, pero ya es uno de los indiscutibles de la d-line.
Esto es lo que decíamos de él en nuestra entrada sobre los prospectos elegidos en el draft de 2015:
"En esta ronda, los Colts decidieron subir desde el pick 165 hasta el 151 por medio de un canje con los 49ers, que recibieron también el 244 a cambio, para hacerse con los servicios del defensive tackle de un programa que conocen bien en Indianapolis. El último año, el de Stanford consiguió 34 placajes (7,5 para pérdida de yardas) y 4,5 sacks. Dicen que, a pesar de no contar con la envergadura deseada, es fuerte, inteligente y puede ser un buen arma contra la carrera. Tiene garra y disfruta con lo que hace. Es un DL de dos gaps que podría encajar perfectamente como nose tackle en la 3-4 que tanto le gusta a Chuck Pagano."
En los 16 partidos que ha jugado ha conseguido 31 placajes y un sack, siendo un referente de aguante y fuerza en el centro de la línea defensiva. Definitivamente, David Parry es parte del futuro de una línea que debería seguir avanzando hacia adelante.
El otro contrario al de Anderson, ha sido el feudo de Kendall Langford. Traído en la agencia libre desde los Rams, ha resultado ser una pieza fundamental de la DL. Llegó como un refuerzo contra el juego de carrera, pero se ha transformado en una amenaza tanto contra el backfield como contra el pase. Ha conseguido nada menos que 38 placajes, siete sacks y tres pases defendidos. Se complementa muy bien con Anderson y, a pesar de sus 30 añazos, aún tiene margen para seguir jugando al nivel que ha mostrado esta temporada.
Si la línea defensiva ha funcionado así, ha sido también gracias al aporte de los suplentes. El defensive tackle Zach Kerr ha vuelto a ser un tipo en el que confiar que le da buena profundidad al puesto y al que se puede sacar al campo sin miedo. Ha jugado 12 partidos, cuatro como titular, consiguiendo 29 placajes y un pase defendido. El también DT Billy Winn llegó desde los Browns y ha jugado 12 partidos, tres como titular, consiguiendo 14 placajes y dos fumbles recuperados. Más profundidad. Otro DT llegado este año, en este caso desde los Seahawks, ha sido T.Y. McGill. Ha jugado 12 partidos en los que ha conseguido 11 placajes, tres sacks, un safety y un pase defendido. Ha cogido buen rito al final de la competición, cuando se ha visto su mejor nivel de juego.
Al inicio de la competición, con la lesión de Arthur Jones (y ya van...), la inexperiencia de los hombres de la línea se tradujo en incertidumbre. Acostumbrados a actuaciones mediocres que le han costado muy caras a los Colts de los últimos años muchos no teníamos claro hasta dónde podría llegar esta unidad. Dos novatos y un agente libre no eran garantía de éxito en absoluto. Tres hombres que se han puesto de acuerdo para demostrarle al mundo de lo que son capaces si se confía en ellos.
Lo mejor de todo: tenemos DL para rato.
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