domingo, 28 de febrero de 2016

Coby Fleener vs Dwayne Allen.



Una de las discusiones más acaloradas entre los aficionados de los Colts durante esta offseason gira en torno a la posición de tight end. Cosas del espacio salarial, parece que hay que decidir entre uno de los dos jugadores que han compartido la posición. Según la mayoría de los expertos, será complicado volver a ver a la dupla Allen/Fleener un año más representando a la herradura.

Durante la pasada campaña, desde la banda se decidió prescindir casi por completo de una de las posiciones en las que se había asentado el ataque aéreo: los tight ends. Pep Hamilton parecía olvidar que parte del éxito del juego de pase fue gracias a su pareja de alas cerradas. Con su salida y la llegada de Rob Chudzinski la situación debería cambiar. Terminado su año como interino y sin necesidad de seguir anclado a los esquemas de su sucesor, la función de los tight ends debería volver a retomar cierto protagonismo.

Llegados el mismo año, en 2012, en segunda y tercera ronda del draft respectivamente, Coby Fleener y Dwayne Allen se encuentran ante un posible punto de inflexión en sus carreras. Los dos serán agentes libres dentro de pocos días. Estamos seguros de que tanto el cuerpo técnico como la directiva estarían encantados de poder conservar a los dos, pero la realidad dicta que eso no es muy probable. El impacto en el tope salarial que supondría mantener unida a la pareja sería demasiado grande como para poder garantizar que el resto de las posiciones estén compensadas. No hay que olvidar que es muy posible que se firme una extensión millonaria con Andrew Luck durante esta offseason. Al posible contrato de Luck hay que sumarle a un par de agentes libres que habría que conservar (Jerrell Freeman y Adam Vinatieri, principalmente), más los fichajes que sean necesarios para cubrir el resto de las posiciones más comprometidas. Entonces, habrá que elegir: ¿Fleener o Allen?




Dwayne Allen, proveniente de la universidad de Clemson, es un jugador completo que aporta tanto con sus bloqueos como recibiendo. No es un tipo de una gran envergadura (6-3/1,90m, 265lb/120 kg), pero tiene buenas manos y responde bien en rutas cortas y medias. Cuando ha estado sano ha sido una pieza importante de la ofensiva, un jugador fiable y una amenaza constante en la end zone. Y ahí es dónde está su mayor "pero". Allen es un jugador que podría llegar a la élite de la posición, "pero" su tendencia a lesionarse no es un seguro en absoluto. El varias veces nominado al Walter Payton Award ha sido un gran factor en la ofensiva, pero las lesiones le han apartado del juego durante demasiado tiempo y han lastrado su nivel en varias ocasiones. Su trabajo bloqueando es un aliciente a una amenaza constante en la zona de anotación y como ruta de seguridad para mover las cadenas. Ya en el pasado ha demostrado su valía, pero ¿será capaz de mantenerse sano?




Coby Fleener, por su parte, llegó como segunda elección desde Stanford, junto a Andrew Luck. Estaba claro que querían que el joven QB se sintiese a gusto y le trajeron a su diana favorita. Su tamaño y su facilidad para abrirse hacen de él un peligro como receptor. En su contra destacan su falta de consistencia bloqueando y su miedo al contacto. A pesar de su envergadura, en toda su carrera no ha sabido pelear yardas extra tras la captura. Es cierto que tiene una química especial con Andew Luck y ha sabido ser constante en su participación, sin sufrir demasiadas lesiones (lleva tres años sin perderse un partido). Dicen algunos que ha tocado techo y que sus limitaciones superan sus puntos fuertes, pero es cierto que en los cuatro años que lleva en Indy ha sabido mejorar en muchos aspectos (control del balón, precisión en las rutas e incluso ha mejorado algo como bloqueador).

La cuestión ahora, con los días locos de la agencia libre a la vuelta de la esquina, es decidirse por uno o por otro. Por el momento, y en pleno combine, no parece que haya avances en las negociaciones con Fleener. Muchos apuntan a que los Colts deberían dejarle marchar en favor de Allen. Medios como ESPN o Pro Football Focus lo tienen claro. Al final del día, esto del football no deja de ser un negocio y, a pesar del riesgo que supone conservar a un jugador más completo como es Allen, pero con un historial de lesiones que no aporta mucha tranquilidad al respecto, si el de Clemson firma un contrato que se ajuste mejor al tope salarial, será él el que se quede en Indianapolis.

En contra de lo que muchos expertos opinan, conscientes de las limitaciones de nuestro criterio, desde 4th Quarter Comeback creemos que la mejor opción sería conservar a Coby Fleener, y si no es posible negociar a la baja un contrato con Dwayne Allen, dejar marchar a este último.

Quizás la próxima temporada sea el momento de probar a gente como Erik Swoope, o darle más responsabilidad a un tipo que ha respondido siembre bien como es Jack Doyle. Lo que es seguro es que los tight ends deberían tener más protagonismo en la nueva ofensiva de Rob Chudzinski. En un mundo ideal los Colts contarían con la pareja que durante 2014 se proyectó como una de las mejores de la liga; pero en el mundo real probablemente haya que elegir, y si hay que hacerlo, nosotros, desde la comodidad de nuestro sofá, apostaríamos por el de Stanford.







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