Después de la semana de descanso, al fin, este domingo los Colts vuelven a la carretera. En esta ocasión se enfrentarán a los Atlanta Falcons en su feudo, el Georgia Dome, en un partido de vital importancia para ambas escuadras.
El encuentro está marcado por la ausencia del QB titular de Indianapolis, al igual que la última vez que se vieron las caras, hace cuatro años. En aquella ocasión Peyton Manning se perdía toda la temporada por la lesión en el cuello que terminó por apartarlo de la franquicia. Esta jornada es Andrew Luck el que se pierde el encuentro.
Ambos equipos llegan de su semana de bye. Los Colts vienen con el empuje de la última victoria contra Denver y con el liderazgo de la división y sus posibilidades de jugar en playoffs en peligro. Las cinco derrotas que se han sumado, más el momento que están viviendo Jaguars y Texans, obligan a ganar el encuentro contra unos Falcons con un buen récord (6-3), pero muchas preguntas sobre el campo.
Apoyados durante todo el año en su ofensiva, los Falcons han conseguido cosechar una buena cantidad de victorias (muchas de ellas remontadas), pero han perdido sus dos últimos partidos, contra Buccaneers y 49ers. Matt Ryan está jugando muy bien, gracias, entre otras cosas, al nivel de Julio Jones, el mítico receptor de Crimson Tide. Otro de los factores de este ataque es el juego terrestre, con un Devonta Freeman que ha dado la sorpresa como uno de los corredores más productivos de la liga.
La defensa de Indianapolis tiene una buena prueba enfrente. La baja de Henry Anderson para todo el año es un golpe muy duro, pero hay que mirar hacia adelante. La defensa contra la carrera tiene que seguir dando la cara. Hay que aprovechar el buen momento de hombres como David Parry o D'Qwell Jackson para frenar a un monstruo como Devonta.
Otro de los factores a estar pendiente será Julio Jones. El coordinador defensivo Greg Manusky ha dicho que probablemente Vontae Davis sea su sombra durante gran parte del encuentro. Será una buena prueba para el cornerback, que este año aún no ha cogido forma.
Matt Hasselbeck está considerado por muchos el mejor QB suplente de la liga. No hay que olvidar su experiencia como titular, tanto en Seattle, a los que llevó a la Super Bowl, como en los Titans. Tiene por delante unos cuantos partidos mientras se recupera Luck y ha demostrado que es capaz de manejar a esta ofensiva con buenos resultados. En los dos partidos que ha jugado no ha entregado el balón al contrario en ninguna ocasión, y es uno de los QB que más rápido suelta el balón de toda la liga, lo que ayuda mucho a su línea de protección.
Hilton, Moncrief e incluso Whalen tienen que acompañar a Hasselbeck y ayudar a mover las cadenas y crear jugadas, pero tienen que apoyarse en un juego equilibrado. Aunque la defensa de los Falcons sea una de las mejores de la liga contra la carrera, no se puede abandonar el juego terrestre. Frank Gore está rindiendo muy bien últimamente y hay que aprovechar todo lo que aporta.
Es la segunda semana que la ofensiva trabaja bajo la batuta de Rob Chudzinski. Contra los Broncos, el esquema sencillo, vertical y equilibrado que usó dio buenos resultados. Tal y cómo funcionan los Falcons, si no es posible contenerlos defensivamente, habrá que estar preparados para anotar muchos puntos en ataque.
En las entradas anteriores, durante la semana de descanso, analizábamos las unidades ofensiva y defensiva. Por problemas de tiempo y espacio no hemos incluido a los equipos especiales. Vamos a aprovechar esta previa para remarcar que, tras un inicio un poco complicado, han vuelto a dar la cara. Es cierto que se está sufriendo con los retornadores, pero se ha mejorado con la cobertura y tanto Adam Vinatieri como sobre todo Pat McAfee están siendo factores. Será más importante que nunca obligar a Ryan y los suyos a recorrer el máximo número de yardas.
Es posible que veamos un encuentro igualado y decidido en el último momento. La defensa tiene que dar un paso adelante y minimizar el daño que puedan hacer jugadores como Freeman o Jones. Si el marcador se empieza a disparar del lado local, los Colts lo van a tener muy difícil para remontar.
Si no se entrega el balón, se mantiene un equilibrio entre pase y carrera, y se juega con el reloj para mantener fuera del campo el máximo tiempo posible a Matt Ryan y compañía, este encuentro debería poder ganarse. Los Falcons no pasan tampoco por su mejor momento. Han mostrado en los últimos partidos una serie de problemas que, si no han sido capaces de resolver durante la semana de descanso, se les pueden poner en contra.
Los Colts se juegan el liderazgo de la AFC Sur. Tienen por delante siete partidos que se pueden ganar, dos de ellos algo más complicados, uno el de los Steelers, el otro es éste. Esperemos que la organización tenga paciencia y deje que Luck se recupere completamente. Una acumulación de derrotas podría hacer que algún insensato pensara en sacarlo al campo antes de tiempo, y eso sí que sería una desgracia.
Hasselbeck ha demostrado que se puede contar con él, pero tiene por delante varias jornadas en las que cada derrota podría suponer quedarse fuera de playoffs. Ganar a los Falcons en el Georgia Dome puede ser complicado si no se juega con mucha concentración y sacando el máximo rendimiento de las ventajas propias, pero es posible hacerlo. Con Luck fuera prácticamente hasta el final de la temporada regular, el destino de la presente campaña queda en manos de quarterback más viejo de toda la liga. Matt Hasselbeck tiene que dar un paso adelante y recordarle al mundo porqué está considerado el mejor QB suplente de la NFL.
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