lunes, 19 de octubre de 2015

Hacer el idiota (Patriots 34 - Colts 27).



Cuando contra todo pronóstico parecía que los Colts tenían posibilidades de ganar a los imbatidos Patriots, el equipo implosionó para dejarle la victoria en bandeja al rival. Tras una primera mitad con un ataque que estaba funcionando y una defensa que aguantaba el tipo y creaba juego, el staff técnico se quiso poner elegante y rompió el momento con una de las jugadas más estúpidas de la historia de la NFL.

Andrew Luck regresaba al campo de juego tras dos semanas apartado por una lesión en el hombro. Empezaba el partido y el QB movía a su ofensiva como se esperaba de él. Tras el descanso, los reajustes realizados en defensa por Bellichick, el ataque imparable comandado por Tom Brady, así como el golpe que supuso el fail punt le pusieron las cosas cuesta arriba a los locales.

Los de Nueva Inglaterra salieron a hacer su partido. Excelentes en ataque e inteligentes en defensa, lograron frenar el buen juego que los Colts realizaron durante la primera parte del encuentro y supieron aprovechar los errores para regresar a Boston con una victoria más bajo el brazo. Se sobrepusieron casi a la perfección a las bajas en su línea ofensiva y, sin llegar a humillar a los Colts en ningún momento (para eso se bastan ellos solos), ganaron en el Lucas Oil.

Tom Brady está intratable. Viendo que la carrera no surtía el mismo efecto que otros años, Bellichick le dio el balón a su aprendiz para que repartiera el juego entre sus receptores y tight ends. Más allá del morbo provocado por todo lo que rodeaba al partido, Brady salió a jugar como sólo sabe hacer él. Completó 23 de los 37 pases que lanzó para 312 yardas, 3 touchdowns y una intercepción más culpa del receptor que suya. Dany Amendola se puso las botas y consiguió 105 yardas con 7 recepciones. Julian Edelman, que jugó una buena parte del partido con un dedo dislocado, consiguió 50 yardas y una anotación. Gronkowski parecía desaparecido durante la primera mitad, pero resucitó con otras 50 yardas y una anotación. Por tierra el protagonista volvió a ser Legarrette Blount. Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? El corredor fue frenado durante parte del encuentro, pero terminó con 93 yardas de carrera, una anotación por tierra y otra por aire.

La defensa de los Colts salió a sobrevivir y en algunos momentos mantuvo el tipo. Consiguió el único turnover de la noche con la intercepción para touchdown de Mike Adams, que poco después tuvo que abandonar el campo por lesión. Se lograron un par de tres y fuera en la segunda mitad que hubieran sido vitales si la ofensiva hubiera respondido. Sin embargo, la cantidad de yardas y puntos permitidas no dejan que hablemos de una buena actuación precisamente. Se enfrentaban al que posiblemente sea el mejor ataque del momento y a pesar de presentar pelea, se dejaron arrollar.

La cobertura al juego aéreo está siendo un problema desde el inicio de la liga. El que fuera el punto más fuerte de la defensiva Colt durante la temporada pasada, se ha convertido en su talón de Aquiles. Ni siquiera el trío titular de cornerbacks pudo frenar al colmillo envenenado de Brady. Es cierto que se supo minimizar el impacto de un tipo como Gronkowski, pero la defensa contra el pase sigue siendo un desastre. Si a una secundaria que no pasa por su mejor momento le sumamos un pass rush que prácticamente no existe, no deberían extrañar las cifras que esta defensa permite.

Hasta los reajustes del medio tiempo, tanto Andrew Luck como su ofensiva se mostraron, al fin, como se esperaba de ellos. Luck hizo un buen partido. Cometió algunos errores y falló un par de lanzamientos, pero sus cifras vuelven a ser las de antes: completó 30 de 50 lanzamientos para 312 yardas, tres touchdowns y ningún turnover. Durante la primera mitad movió las cadenas a placer y puso en aprietos a los Pats. En la segunda mitad estuvo algo más apagado. Es posible que no esté al 100%, pero no se le puede achacar la derrota en absoluto a él. Hilton y Moncrief respondieron con contundencia, capitalizando gran parte de la atención de su QB. Seis veces les lanzó Luck a cada uno, Hilton las transformó en 74 yardas y un touchdown, Moncrief en 69 y otra anotación.

Era importante establecer el juego de carrera y así se hizo. El regreso de Bradshaw fue anecdótico, pero Frank Gore volvió a dar un paso adelante y consiguió 78 yardas en 13 carreras.

Parte de la culpa del fracaso la tuvo la línea ofensiva. Es cierto que desde que se cambió la formación, las cosas están saliendo algo mejor. Se está bloqueando mejor para la carrera y se protege mejor al QB. Sin embargo, se siguen cometiendo faltas estúpidas que lastran al resto de la ofensiva y ponen cuesta arriba algunos drives.

A pesar de la pérdida del ritmo en ataque y los síntomas del cansancio que mostraba la defensa, hasta que no llegó la famosa jugada que pasará a la historia de la competición como una de las más estúpidas, los Colts tenían el partido en la mano. Algunos ya la han bautizado como "4th and dumb". No vamos a decir que se perdió sólo por esa jugada, pero sí que es cierto que ayudó mucho. Hasta ese momento los Colts perdían de 6 puntos. Parece ser que la genial idea consistía en intentar pillar descolocada a la defensa, esperar algún tipo de falta, y de no ser así aceptar el delay of game y chutar el punt. Cualquier cosa hubiera sido mejor que eso. Cualquier cosa. Chuck Pagano estuvo demostrado durante todo el encuentro un carácter más agresivo de lo normal, hasta ahí todo bien, pero tratar de engañar a los Patriots con una jugada imposible, una jugada mal planteada de base, con una alineación ilegal y un error garrafal de comunicación y ejecución, no, amigos, no es buena idea.

Si las cosas estaban complicadas de por sí para Chuck, tomar una decisión como la que tomó, en primetime y ante millones de espectadores, no le va a ayudar a conservar el puesto.

Nadie esperaba un resultado distinto, pero cuando parecía que los Colts podían ganar este partido, el staff técnico decide dispararle a su equipo en un pie. No ha sido en absoluto el encuentro que muchos esperaban. No ha habido un marcador humillante como pedía el padre de Tom Brady. Los Patriots no han pasado por encima de los Colts; sencillamente han aprovechado su superioridad y los errores cometidos por el contrario.

En el aficionado queda el sabor amargo que provoca un partido mucho más igualado de lo que se pensaba. En contra de todo lo previsto, los Colts le plantaron cara a uno de los mejores equipos de la liga, pero dejaron que sus propios fallos se tradujeran en una nueva derrota. Por el momento permanecen como líderes de la división más floja de la competición. El paso a playoffs no debería correr peligro, pero las próximas semanas el calendario se complica. Saints, Panthers y Broncos serán los próximos rivales antes de la jornada de descanso. Si se mejora día a día y se dejan de tomar decisiones absurdas, la cosa podría pintar algo mejor de cara al final de la temporada.






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