sábado, 10 de octubre de 2015

Cuando la veteranía es un grado (Colts 27 - Texans 20).



Liderados por una panda de auténticos vejestorios, los Colts consiguieron imponerse en el Reliant Stadium de Houston a los Texans. Con Andrew Luck viendo el partido desde la banda con una lesión en el hombro que lo ha tenido alejado del campo durante las dos últimas jornadas, los de la herradura consiguieron trazar un plan de juego equilibrado y, por primera vez este año, dieron buenas sensaciones frente a unos Texans que no terminan de encontrarse.

El duelo divisional estuvo dominado en todo momento por unos Colts comandadaos por ilustres veteranos como Matt Hasselbeck (40), Frank Gore (32), Andre Johnson (30), Adam Vinatieri (42) y Mike Addams (34) que tiraron del carro e hicieron posible la victoria. Récord positivo, liderato en solitario de la AFC Sur y la mayor racha de partidos contra rivales de división ganados de la historia de la NFL. En mitad de la tormenta que rodea tanto al cuerpo técnico como al director general, la plantilla dio un paso adelante, jugó bien sus cartas y tuvo contra las cuerdas a un rival que tiene sus propios problemas y no supo responder al envite.

Ni siquiera el regreso de Arian Foster pudo darle a los Texans la ventaja que necesitaban para resucitar. El corredor de Houston acumuló 118 yardas entre carreras y recepciones. Después de un golpe, Ryan Mallet fue retirado a la banda y, aunque no se había hecho nada, ya no volvió a saltar al campo. En su lugar se quedó Brian Hoyer, que no lo hizo mal (completó 24 de los 31 pases que lanzó para 312 yardas, 2 touchdowns y una intercepción), pero tampoco subo cargarse el equipo a cuestas y arrebatarle la victoria a los Colts. Actuación estelar de DeAndre Hopkins empañada por una falta estúpida que fue decisiva, lanzándole el balón a la cara a un defensa tras un agarrón algo prolongado. El receptor de los Texans acumuló 169 yardas con 11 recepciones. Al final del día, los Tejas le concedieron varios regalos en forma de faltas a los visitantes y no dieron una buena imagen.

Por su parte, Indianapolis hizo un partido equilibrado, sin turnovers, con una ofensiva que resucita poco a poco y una selección de jugadas algo más interesante que las pasadas jornadas. Lo de Matt Hasselbeck no es ni medio normal. A pesar de los 40 años que lleva a las espaldas, el poco tiempo de preparación para el partido (¡malditos jueves!) y una infección bacteriana que lo llevó a urgencias durante esta semana, se hizo con los mandos del ataque y movió las cadenas con desparpajo y un release que muchos jovenzuelos quisieran. El abuelo completó 18 de los 29 pases que lanzó para 213 yardas, 2 touchdowns y ninguna intercepción. Parte del secreto de su éxito fue lo bien acompañado que estuvo en esta ocasión, tanto por el backfield, como por la línea ofensiva y el cuerpo de receptores, pero ha cumplido con su papel a la perfección con un encuentro sobresaliente. Ha dicho varias veces que fue contratado para ser una especie de mentor de Andrew Luck, pero que con el tiempo Luck se ha convertido en un mentor para él. Tras el partido, Andy le dice que está muy orgulloso de él. ¿Veis cómo en realidad es él mi mentor y no al revés?, bromea Hasselbeck con la prensa.

Andre Johnson ha vuelto del platillo volante en el que estaba abducido, se ha comido al hombrecillo verde que se hacía pasar por él y ha regresado a su antiguo feudo a lo grande. Es cierto que su escasa productividad en jornadas anteriores ha podido hacer que en Houston no lo tomaran muy en serio, pero ha sido imparable para la defensa tejana. 77 yardas y dos touchdowns en 6 recepciones. Esperemos que Johnson haya regresado para quedarse. T.Y. Hilton tampoco se ha quedado corto y con 5 recepciones consiguió 88 yardas.

Otro veterano que dio un paso adelante fue Frank Gore. Tras un inicio de liga irregular y algún problema que otro protegiendo el balón, este jueves tuvo una actuación estelar. 22 acarreos, 98 yardas y un touchdown para el ex de los 49ers y leyenda viva del backfield. Gracias a su buen hacer, la defensa se cerró, se cansó, y permitió que Hasselbeck se aprovechara de ello. Por primera vez en mucho tiempo, esta ofensiva se estableció con el juego de carrera y le dio muchas opciones al pase.

La línea ofensiva volvió a sorprender una semana más con su buen hacer. Es cierto que se recuperaba un apoyo importante con el regreso del TE Dwayne Allen y que Hasselbeck se deshace del balón con una velocidad endiablada, pero el trabajo protegiendo al pase y abriendo caminos a la carrera ha sido mucho mejor que al inicio de la temporada. No se concedió ni un solo sack. Hay que darle crédito a gente como Jack Mewhort y Joe Reitz. Se supo anular por medio de una serie de double teams a J.J. Watt, el desaparecido de la noche, algo clave en el planteamiento del partido y la victoria conseguida. A Jevedeon Clowney no le fue mucho mejor.

Sin embargo, uno de problemas que más evidente se está haciendo este año es la defensa contra el pase. Por primera vez en lo que va de temporada hemos visto juntos a la tríada titular del escuadrón antiaéreo de Indianapolis. Vontae Davis, Greg Toler y Darius Butler no han dado la mejor de las sensaciones. Davis está tocado y Toler tiene que coger algo de forma. Por el momento no ha sido tan resolutivos como se esperaba de ellos. A pesar de las dos intercepciones de Mike Adams, dejar que te claven 362 yardas de pase no es la mejor de las cosas que le pueden pasar a tu secundaria. Es cierto que las lesiones se han cebado de una forma sorprendente con el cuerpo de cornerbacks, pero también es cierto que todavía no se han enfrentado a un QB de élite (ni remotamente, con todos los respetos). Tyrod Taylor, Ryan Fitzpatrick, Marcus Mariota, Blake Bortles y Brian Hoyer no son malos jugadores en absoluto, pero no son ni la sombra de lo que está por venir. Tom Brady, Drew Brees, Cam Newton, Peyton Manning y Matt Ryan. Esta secundaria tiene 10 días para compenetrarse y recuperar el nivel del año pasado.

Sorprendentemente, la defensa contra la carrera sigue funcionando. Se limitó a Foster a 41 yardas en 19 carreras (2,1 yardas por intento). La línea defensiva está respondiendo mucho mejor de lo que se esperaba. Todo sea que la semana que viene los Patriots les humillen como las últimas veces y se coman el campo por tierra.

Sin Andrew Luck tapando todos los huecos que tiene la plantilla se ha sabido ganar con solidez por primera vez. Se han cometido errores y los Texans quizás no sean el mejor de los equipos, pero la sensación es que las cosas están volviendo a su cauce de forma natural. Los agentes libres se ganan el jornal. Los veteranos sacan coraje y entrañas en una victoria divisional que facilita las cosas con vistas a jugar los playoffs y encamina el buen juego.

La próxima semana los Patriots estarán en la ciudad. Unos Pats que están dando una imagen demoledora y que le tienen unas ganas especiales a los Colts. Por primera vez después de todo el circo de las pelotas desinfladas, Brady, Bellichick y el resto de la pandilla se enfrentan a los acusicas que les han amargado la offseason. Bilis a raudales y veneno goteando del colmillo asegurado en un encuentro con un morbo especial.

Hay que mantener la cabeza fría, los pies en la tierra, y ser conscientes de que un buen partido no tiene porqué significar gran cosa, pero si los Colts fueran capaces de aprovechar el mini descanso y la energía de una victoria así; si fueran capaces de volver a tirar de redaños y entrega, de demostrar una vez más que la veteranía es un grado; si, en fin, supieran robarle una victoria al eterno rival en el Lucas Oil Stadium cuando está claro que es el total y absoluto favorito, las cosas podrían cambiar, y mucho, para una plantilla que poco a poco resurge de sus cenizas.





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