Ya están aquí los refuerzos.

La noche del jueves nos dejó varias sorpresas. La elección de los Colts con el número 29 global fue una de las más sonadas. Nadie entendió muy bien a qué estaba jugando Ryan Grigson, y ya son varios los que apuntan a este movimiento como uno de los más incomprensibles de la primera ronda.

La segunda elección, ya el viernes, tampoco fue una de las esperadas. En un movimiento inteligente y comprensible, los Colts canjeaban su pick 61 global por el 65, a cambio de otro canje en 4ª ronda (subían de la 128 a la 109). Hasta ahí todo normal. Lo raro es que la segunda elección, habiendo elegido un WR en la primera, sea un refuerzo para el cuerpo de cornerbacks.

En su propia elección de tercera ronda, en el turno 93 global, los Colts se hacían, al fin, con un refuerzo para el front seven.

A partir de ahí, movimientos más o menos lógicos: SS, DT, RB, ILB y OT.


1 - 1ª ronda, 29 global - Phillip Dorsett WR Miami

No hubiéramos acertado este pick ni en un millón de años. Teniendo a Collins, Gregory, Goldman o Clemmings libres, este es un movimiento, como mínimo, un tanto extraño. ¿Necesitaba el cuerpo de receptores una mejora? Desde 4th Quarter Comeback creemos que no hacía falta gastar una ronda tan alta. ¿Es Phillip Dorsett una buena elección? Eso sólo podrá contestarlo el tiempo.

Dicen que el receptor de Miami cuenta con una velocidad y una capacidad de separación de alto nivel, pero también que tiene que aprender a mejorar su trazado de rutas y su colocación de las manos a la hora de recibir. Estaba proyectado como una segunda ronda alta o una primera tardía, y así ha sido. Es un jugador con potencial de estrella que acompañará a Hilton, Johnson y Moncrief y que tiene todas las papeletas para robarle la merienda a Duron Carter.

Movimiento muy cuestionado teniendo en cuenta la necesidad de un buen safety y un refuerzo para la línea defensiva. Nadie entiende muy bien por qué Grigson se ha decantado por un jugador que tiene calidad, pero no cubre ningún hueco que sí podrían haber cubierto Landon Collins o Eddie Goldman.

2 - 3ª ronda, 65 global (canjeada con Tampa Bay) - D'Joun Smith CB Florida Atlantic

De nuevo, Grigson nos sorprende y, aunque en todos los mocks que hemos hecho, hemos buscado profundidad para el cuerpo de cornerbacks, no era este pick el que esperábamos como segunda elección. No vamos a criticar el canje de elección con los Bucs, pues los Colts salen ganando, pero esperábamos a otro tipo de jugador, sobre todo teniendo en cuenta que aún estaban libres Tevin Coleman RB, Owamagbe Odighizuwa DE o Michael Bennett DT.

De D'Joun Smith se dice que es un gran atleta. No es muy grande, pero sí es duro. Podría aportar contra el juego de carrera y puede jugar de nickle.

Podría ser un sustituto natural de Darius Butler, entrar en rotación, o incluso intentar quitarle el puesto a Greg Toler. Hacía falta profundidad en el puesto, y Smith, que se graduó la misma noche del viernes, lo cubre a la perfección. Revisando su perfil vemos que es un jugador de luces y sombras, que necesita mucho entrenamiento para pulir sus defectos, pero que cuenta con el propio Chuck Pagano, que es especialista en secundaria.

3 - 3ª ronda, 93 global - Henry Anderson DE Stanford

Con esta tercera selección las cosas comenzaron a tomar un cauce más adecuado a las necesidades del equipo. Ya hablamos del DE de Stanford en nuestro mock basado en el big board de drafttek.com. Tal y cómo está la posición ahora mismo, podría ser titular en septiembre. Si nosotros lo aventurábamos como una segunda ronda, al final cayó hasta la tercera, bajando hasta el 93 global.

Como vimos en aquel mock, es un jugador que cubre un hueco importante en el extremo de la línea defensiva y que por la necesidad que tiene el puesto, es posible que empiece como titular. Decíamos de él que es un jugador inteligente, disciplinado, que ama este deporte y juega con pasión. Sale con velocidad tras el snap, tiene buenas manos, sabe terminar los placajes, pero tiene que mejorar su movimiento de pies.

Un prospecto más de Stanford que Indianapolis agrega a la colección y que encaja perfectamente en la 3-4. Un movimiento inteligente y necesario, pues la posición es de las que más urgencia tenía. Hasta el momento, y mientras no se demuestre lo contrario, parece la mejor elección de los Colts este draft.

4 - 4ª ronda, 109 global (via Tampa Bay) - Clayton Geathers SS Central Florida

Seguro que más de uno piensa que Grigson ha esperado demasiado para encontrar un strong safety, una de las posiciones con más necesidades desde la salida de LaRon Landry y Sergio Brown. Se podría haber gastado una ronda más alta y traer un prospecto con más nombre, como Landon Collins o Jaquiski Tartt, pero viendo las características de Clayton Geathers, quizás la espera no haya sido tan mala idea después de todo.

Dicen que cuenta con instinto, dureza, velocidad y experiencia, características imprescindibles para la posición. Parece que aporta mucho contra el juego de carrera y sabe cubrir a tight ends, dos de los aspectos que más mejora necesita la defensa. Tiene que aprender a placar con más fiabilidad y tiene que mejorar en cobertura, pero es un prospecto que se ajusta bien a las necesidades del equipo.

A pesar de la llegada de Dwight Lowery, que cumplió 29 años en enero, hacía falta un refuerzo en la zona central de la secundaria, y el strong de la UCF tendrá la oportunidad de demostrar que tiene lo que hay que tener para quedarse en el equipo.

5 - 5ª ronda, 151 global (a cambio de las 165 y 244 a los 49ers) - David Parry DT Stanford

Habiendo escogido, tanto en primera como en segunda ronda, unos prospectos que dan profundidad a las respectivas posiciones, pero que no cubren verdaderas necesidades, el resto de las elecciones han tenido algo más de sentido. Elegidos un DE y un SS, le tocaba el turno al centro de la línea defensiva.

En esta ronda, los Colts decidieron subir desde el pick 165 hasta el 151 por medio de un canje con los 49ers, que recibieron también el 244 a cambio, para hacerse con los servicios del defensive tackle de un programa que conocen bien en Indianapolis. El último año, el de Stanford consiguió 34 placajes (7,5 para pérdida de yardas) y 4,5 sacks. Dicen que, a pesar de no contar con la envergadura deseada, es fuerte, inteligente y puede ser un buen arma contra la carrera. Tiene garra y disfruta con lo que hace. Es un DL de dos gaps que podría encajar perfectamente como nose tackle en la 3-4 que tanto le gusta a Chuck Pagano.

Su llegada debería poner en aprietos al resto de los líneas defensivos. Se sufre mucho contra la carrera y ninguno de los actuales jugadores en plantilla ha demostrado tener el carácter y la potencia que hace falta en la posición. Un pecho-lata como Parry podría ser la respuesta a corto, medio y largo plazo para el centro de la frágil línea defensiva.

6 - 6ª ronda, 205 global - Josh Robinson RB Mississippi State

No nos hubiera importado que, tras la elección de Dorsett en primera ronda, Grigson hubiera gastado la segunda en un refuerzo de futuro para el backfield. Tevin Coleman aún estaba disponible cuando llegó el turno de los Colts. Podrían haber ido a por él incluso con el trade con los Bucs, pues el de los Hoosiers bajó hasta la 73 global. Sin embargo, no nos desagrada en absoluto el prospecto traído desde Mississippi State, prospecto que, por otra parte, también fue analizado en uno de nuestros mocks como posible futura adición a la plantilla.

Decíamos en aquella entrada que Josh "Bowling Ball" Robinson nos recordaba algo a Ahmad Bradshaw. Es un corredor duro que pelea por cada yarda, algo que avala su apodo. Además, es un peligro constante como receptor. Durante su último año corrió para 1.203 yardas, anotó 11 veces y consiguió un total de 1.573 yardas combinadas.

Tendrá que pelear por hacerse un hueco en el backfield, pero por sus características y su capacidad de entrega no sería raro verlo jugando algunos minutos. Podría entrar en rotación desde el primer día, y seguro que será capaz de producir yardas tanto de carrera como de recepción ante unas defensas cansadas de intentar frenar a Frank Gore.

7 - 6º ronda, 207 global - Amarlo Herrera ILB Georgia

Hacía falta un ILB, y un ILB es lo que ha traído Grigson en su segunda elección de la sexta ronda. La posición necesita garra y un jugador que meta miedo a los dos titulares que, dicho sea de paso, no pasan de ser jugadores de media tabla.

Amarlo Herrera es un jugador inteligente con muy buen instinto. Es bueno contra tight ends y corredores saliendo a recibir. Justo lo que más necesita la posición. No es especialmente atlético, pero sabe diagnosticar con rapidez y puede aportar tanto contra la carrera como contra el pase.

Si el de la universidad de Georgia trabaja duro y es capaz de hacerse un hueco en el roster, podría poner en problemas a la pareja formada por Freeman y Jackson. El interior necesita un jugador explosivo y, con el debido entrenamiento, Herrera podría llegar a serlo.

8 - 7º ronda, 255 global - Denzelle Goode OL Mars Hill

¿Pensabais que llegada la última elección, Grigson no iba a hacer de las suyas? Pues os equivocabais. La mandíbula en el suelo cuando supimos de la elección de este jugador, completamente desconocido. El propio Mike Mayock, gurú absoluto de los prospectos universitarios, no había oído hablar de él nunca. Un total desconocido. No está claro ni cómo se escriben su nombre y apellido, y han circulado varias versiones: Denzelle Good, Denzell Good, Denzelle Goode...

Sabemos que es un jugador de línea ofensiva con buen tamaño para jugar de tackle y que viene de Mars Hill.

¿Por qué gastar una ronda en un jugador que podría haber entrado como undrafted? Posiblemente Grigson y su equipo de ojeadores lo tengan claro con él. Veremos si llega a hacerse un hueco en el roster.

Los Colts tenían muchas opciones disponibles, pero han decidido apostar por un WR en la primera ronda. Si Dorsett evoluciona como se espera, el cuerpo de receptores podría convertirse en una bestia de cuatro cabezas capaz de poner en apuros a la secundaria más experimentada.

La defensa se ha visto reforzada y, aunque no contábamos con un CB como segunda elección, la llegada del DE Henry Anderson en tercera ronda nos parece muy acertada.

La sensación final respecto al draft de este año no es mala. Sin haber sido las elecciones más lógicas a simple vista, sí que refuerzan prácticamente todas las parcelas que tenían necesidades. Es muy pronto para valorar si se ha acertado o no. De aquí a dos años podremos verlo con perspectiva.