viernes, 6 de febrero de 2015

Poniéndole nota a los Colts (3ª parte - FRONT SEVEN).


Las cosas no han estado nada fáciles para la defensa de los Colts durante este año. La ausencia de Robert Mathis, primero por suspensión y poco después por lesión, ha sido uno de los factores más determinantes. Tanto, que el coordinador ofensivo Greg Manusky ha tenido que recurrir a mil invenciones y parches para intentar sacarle el máximo rendimiento a una defensa que, sin Mathis, ha sido de lo más irregular.

"La pinza" Mathis es un jugador desequilibrante que además encaja bien en el esquema defensivo 3-4 que tanto le gusta a Chuck Pagano. El año que viene el equipo recuperará al que durante 2013 fue el mejor pass rusher de la liga, y en ese sentido las cosas sólo pueden ir a mejor, pero hay mucho en lo que trabajar. Esta defensa se ha visto sobrepasada en muchas ocasiones por grandes ofensivas. Posiciones como las de safety, linebacker interior o nose tackle deberían ser una prioridad máxima a la hora de encarar el draft y la agencia libre. El juego contra la carrera ha sido muchas veces nefasto. Equipos como Steelers, Cowboys o Patriots (estos últimos dos veces) han pasado por encima de la defensa sin ningún pudor.

En la entrada de hoy analizamos dos piezas clave de esta defensiva, la línea y los linebackers. El front seven es, a día de hoy, uno de los aspectos que más deberían preocupar a la organización. Tanto la línea defensiva como los linebackers interiores y exteriores necesitan una mejora inminente. Los tres aspectos que peor se han cubierto (tight ends, corredores recibiendo y el juego de carrera) tienen mucho que ver con estas posiciones. Quizás el secreto del éxito tenga que ver también con una mejora en cuanto al cuerpo técnico. Un buen especialista de cada campo podría darle al equipo ese extra que no se pueda conseguir con nuevos jugadores.


LINEA DEFENSIVA (C):

La línea defensiva que, en el esquema defensivo 3-4 que usan los Colts, se compone de dos defensive ends y un nose tackle, no ha jugado bien. No se ha sabido llegar al QB rival sin el apoyo de los constantes blitzes que Manusky ha tenido que inventar. No se ha sabido parar la carrera. En muchas ocasiones, se han visto arrollados por líneas ofensivas que tampoco son las mejores de esta competición.

El mejor de toda la línea ha sido Cory Redding. Ha conseguido 35 placajes, 3 sacks y medio y un pase deflectado. A pesar de lo que puedan decir las estadísticas, ha jugado a muy buen nivel, sobre todo al inicio de la temporada. Ha tenido momentos en los que parecía estar en todas partes, frenando la carrera o entrando en el pocket y agobiando al QB. El problema del defensive end es su edad. Tiene 34 añazos y no es seguro que quiera regresar una temporada más.

En el otro extremo de la línea ha estado Ricky Jean-François. El DE ha mejorado bastante con respecto al año pasado. En los 13 partidos que ha jugado, ha conseguido 28 placajes, tres sacks, 6 pases deflectados y un fumble recuperado. Es bueno, pero es un jugador que ocupa un espacio demasiado grande en el salary cap. Dicen algunos analistas que o se consigue negociar con él, o habrá que cortarlo.

La posición que más dudas arroja es la de nose tackle. El centro de la línea no tiene un nombre fijo. Ni un jugador impactante que marque la diferencia. Josh Chapman era la gran esperanza para el puesto, pero al final se ha quedado en poca cosa. No ha dado buena impresión y muchos ya lo señalan con el dedo como uno de los peores de toda la defensiva. Zach Kerr sí que ha dado la sorpresa y durante los partidos que ha jugado como NT se ha visto que es un jugador versátil que aporta profundidad al puesto, pero no es un titular. Algo parecido le sucede a Montori Hughes. Es un tipo que puede jugar algunos snaps, pero no es la respuesta que el equipo necesita ahí.

Con la posición de NT como una de las máximas prioridades, el peor escenario posible sería que Redding decidiera retirarse y no se llegara a un acuerdo con Jean-François. En tal caso habría que hacer un gran esfuerzo para que la cosa no fuera a peor, que ya es mucho decir. Anda por ahí por la agencia libre un tal Ndamukong Suh, que será lo que sea dentro del vestuario, pero en el campo es una mala bestia, y una mala bestia es lo que le ha recetado el médico a esta línea defensiva. Dicen que es posible que el DE Haloti Ngata podría no llegar a un acuerdo para extender su contrato con los Ravens. Opciones de mejora hay, tanto en la agencia libre como en el draft. Veremos qué nos depara el futuro para esta defensive line.


LINEBACKERS EXTERIORES (C+):

¿Hemos mencionado ya el impacto que la lesión para toda la temporada de Robert Mathis ha tenido sobre la defensa? No sólo lo ha tenido para la defensa, sino para todo el equipo. Robert Mathis es una máquina de matar. Robert Mathis es tipo duro, muy duro. Una picadora de carne humana. Ha trabajado mucho en su cara de asesino en serie y la verdad es que es un tipo que tiene que acojonar, y mucho, en directo. Cuando cierra su pinza sobre el QB rival, el universo se detiene por unos instantes y el hedor a miedo se puede oler en millas a la redonda. Una gran cantidad de nombres ilustres han sido presa de unos brazos forjados en el infierno, y todos ellos han terminado por saborear el amargor del césped artificial del Lucas Oil. El año pasado, Mathis consiguió la mitad de los sacks del equipo y fue líder de toda la NFL. No se puede medir de forma tangible el impacto que la ausencia de este jugador ha provocado.

El sustituto natural de Mathis, el alemán Björn Werner, empezó muy bien, sobre todo contra Jaguars, Titans y Ravens, pero ha ido desinflándose a lo largo de la temporada, tanto es así, que fue declarado inactivo en la final de la AFC. El primera ronda de 2013 no parece haber cumplido las expectativas. Es cierto que ha aportado contra la carrera, pero no ha sido la máquina de sacks que debería haber sido si lo que quería era hacer que nos olvidáramos de "la pinza". A pesar de todo, este año ha conseguido 50 placajes, 4 sacks, 2 pases defendidos, ha provocado un fumble y ha recuperado otro.

Al lado contrario ha jugado Erik Walden, que sí ha sido una sorpresa positiva. Ha mejorado mucho respecto al año pasado, pero en 14 partidos no ha conseguido unas estadísticas impactantes. 37 placajes, 6 sacks y un fumble forzado quizás no sean un aval para continuar como titular el año que viene, pero es más de lo que se esperaba de él, sobre todo como pass rusher.

Otra sorpresa, y en este caso mayor, ha sido Jonathan Newsome. Un chaval de quinta ronda que ha jugado 16 partidos (sólo uno como titular) y ha conseguido 28 placajes, seis sacks y medio y ha forzado tres fumbles. Se ha adaptado a la NFL perfectamente y es una de las grandes esperanzas de la defensa. Él sí puede llegar a ser el sustituto de Mathis si trabaja en su pass rush.

El papel principal de Andy Studebaker es en los equipos especiales, pero como LB suplente ha jugado con solidez cuando ha hecho falta. Con un rol limitado ha conseguido buenos números (15 placajes, un fumble forzado y otro recuperado) y ha jugado especialmente bien contra la carrera.

Aunque el año que viene se cuente con Mathis, hay que reforzar la posición con un jugador que aporte pass rush, uno de los aspectos que más dolores de cabeza le ha provocado al cuerpo técnico.


LINEBACKERS INTERIORES (D):

Si algo destaca del cuerpo de linebackers interiores (además del mal juego) son los escándalos fuera del campo. Josh McNary fue condenado por violación. La semana pasada Andrew Jackson era arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol. Esta semana ha sido el turno de D'Qwell Jackson, al que han acusado de agredir a un repartidor de pizzas. No vamos a entrar a juzgar los hechos de los que se acusa a estos tres jugadores (hechos que se juzgan por sí solos), sino el impacto deportivo que puedan tener en el equipo. Todos conocemos la política que el comisionado Roger Goodell está llevando a cabo en ese cortijo privado que administra y que el resto de la humanidad llamamos NFL. Más allá de los cambios a la hora de interpretar el reglamento para favorecer la seguridad de los jugadores, Goodell se está tomando muy en serio la imagen que el personal que trabaja para la liga está dando con su vida fuera del campo. Cuando decimos personal que trabaja para la liga, nos referimos principalmente a los jugadores. Seres que en algunos casos apenas acaban de salir de la adolescencia, que se encuentran de repente con el bolsillo lleno de dólares y que además son el foco de todas las miradas mediáticas. Los jugadores son, sin duda, el colectivo más afectado por las sanciones, llamémoslas, disciplinarias. La NFL está castigando con dureza comportamientos fuera del campo que entiende que puedan manchar su imagen, y eso afecta inevitablemente al rendimiento de los equipos, que en muchos casos se ven privados de alguna de sus piezas claves. Dicho esto, creemos que es muy importante (tanto si estamos de acuerdo o no con la política de Goodell) limitar el espacio en el equipo a jugadores potencialmente "conflictivos".

Más allá de los problemas que algunos ILB han podido mostrar fuera del campo, el rendimiento de la zona centro de la defensiva ha sido lamentable en muchos casos. Parte de los mayores problemas que ha tenido podrían achacarse al cuerpo de linebackers interiores. Se ha hecho muy presente que en una defensa 3-4 como la que usan los Colts, falta un jugador explosivo en esta posición. Si la línea defensiva tiene que aguantar al máximo número de bloqueadores, los linebacker interiores tienen que crear jugadas. Es una posición con una necesidad clara de mejora y muchos ya vaticinan que posiblemente la primera selección de los Colts en el draft sea un ILB.

Durante esta temporada dos hombres han sido los titulares en el interior. Cada uno tiene unas cualidades que en principio se complementaban bien, pero al final se han compenetrado más en los defectos que en las virtudes.

D'Qwell Jackson, más allá de los problemas legales y disciplinarios que tenga por sus acciones fuera del campo, no ha jugado bien este año. Es muy malo contra el pase. Dicen que es uno de los grandes culpables de la mala cobertura a tight ends. Ocupa un espacio muy necesario en el tope salarial y, aunque es cierto que sus estadísticas no son nada desdeñables (140 placajes, cuatro sacks, un pase deflectado, un fumble forzado y cuatro recuperados), tampoco ha sido el revulsivo contra la carrera que se esperaba.

Jerrell Freeman venía de jugar dos buenas temporadas y tampoco ha cumplido por completo las expectativas que había creado. Se ha perdido cuatro partidos por lesión, aunque es cierto que ha crecido a lo largo del curso. Ha jugado bien cubriendo el pase, pero no contra la carrera. Ha conseguido 95 placajes, un sack y medio, seis pases deflectados y ha forzado un fumble. Es un jugador que ha progresado durante el año, que se ha mostrado sólido, pero no ha terminado de explotar.

En esta 3-4, no sirve con ser un ILB sólido, hace falta algo más. Es una posición en la que ambos jugadores tienen que estar muy compenetrados y crear jugadas que pongan en apuros a la ofensiva y consigan darle la vuelta a la posesión del balón.

Josh McNary ha jugado cuatro partidos como titular en la posición (los cuatro que se perdió por lesión Freeman), no lo ha hecho bien y además ha tenido problemas con la justicia. No es el suplente que el equipo necesita.

Otro de los suplentes ha sido el rookie de sexta ronda Andrew Jackson, que también tiene sus problemas con la ley. Es un jugador joven y polivalente que este año ha hecho de todo. Ha jugado como linebacker, en los equipos especiales y hasta de full back. Si consigue dejar atrás los escándalos extra-deportivos no es una mala opción de futuro.

Puede haber opciones en el mercado que mejoren la posición y le den cierta profundidad. Para el draft suena el nombre de un tal Eli Harold de la universidad de Virginia al que habrá que seguir la pista.

Tanto el cuerpo de linebackers interiores como el resto del front seven deberían ser una de las prioridades a partir de este momento. Fichajes como el WR de la liga canadiense Dan Carter o el OL también ex-CFL Ben Heenan encarrilan un poco el refuerzo de la ofensiva, así que, quizás excepto un jugador de backfield, el resto del draft podría tener un claro tinte defensivo.

Sin un front seven poderoso que se complemente con la secundaria (de la que hablaremos en la próxima entrada), los Colts dependerán por completo del talento de la ofensiva. Todos hemos visto que los grandes ataques como los de los Pats, los Packers o los Broncos (cuando el genio aún era un peligro) se han apoyado en buenas defensas que ayudaran a ganar los partidos. Andrew Luck necesita confiar en su defensa para poder desplegar todo tu potencial ofensivo.

El año que viene contaremos con el regreso de Robert Mathis, quizás la ausencia más destacable del año junto a la de Ahmad Bradshaw, pero no hay que olvidar que Mathis tiene ya una edad y viene de una lesión muy dura. No podemos esperar que juegue al nivel del año pasado. Hay que mirar hacia el futuro. Con eso y con todo, Mathis es mucho Mathis y habrá que verlo jugar el año que viene. No hay más que ver la imagen que ilustra esta entrada para imaginárselo diciendo a lo Terminator: I'll be back.





Fotografía: CBSSports.com

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