viernes, 30 de enero de 2015

Poniéndole nota a los Colts (1ª parte - QB & WR).


No vamos a hablar del Super Bowl en esta entrada. Ya lo hicimos largo y tendido en el podcast #2 de 4th Quarter Comeback, que aprovechamos para animaros a escuchar si no lo habéis hecho ya. Tampoco vamos a hablar del Pro Bowl. Ahora, de lo que toca hablar es de los componentes del equipo, uno por uno, e intentar analizar cuáles son sus defectos y sus virtudes.

En esta ocasión vamos a centrarnos en la ofensiva del equipo, y más concretamente en las posiciones de quarterback y receptor. En próximas entradas hablaremos del resto del ataque, de la defensa, de los equipos especiales y del cuerpo de entrenadores. Así que sin más preámbulos, vamos a darle un repaso y a ponerle nota (con el sistema anglosajón A= Sobresaliente, B = Notable, C = Aprobado, D= Suspenso, F = Muy deficiente) a quarterbacks y receptores.


QUARTERBACK (A+):

Andrew Luck ha sido durante esta temporda regular uno de los cinco mejores quarterbacks de la liga. Ha completado 380 de los 616 pases que ha lanzado (61,7% de efectividad) para 4.761 yardas, 40 touchdowns y 16 intercepciones. Ha terminado el año con un QB rating de 96,5. Por tierra ha conseguido 273 yardas y 3 touchdowns. Entre otros, ha roto uno de los récords de Peyton Manning, siendo a día de hoy el Colt que más yardas de pase ha conseguido en una temporada. Este año ha sido el jugador que más touchdowns ha marcado, el tercero que más yardas ha conseguido y tiene el séptimo mejor QB rating entre los titulares.

Ha cometido errores, ha lanzado unas cuantas intercepciones (no tantas considerando la cantidad de veces que ha lanzado), pero su mayor problema ha sido que no ha sabido proteger el balón. Por querer mantener viva la jugada ha entregado muchas veces la posesión. Durante la temporada regular lo hemos visto en demasiadas ocasiones siendo embestido por un sack y, en vez de guardar el balón, caer al suelo y perder unas yardas, ha intentado evitar la pérdida, dejándose provocar demasiados fumbles. La línea ofensiva que tiene no es la mejor de la competición. Sabe lanzar apurado y no le importa deshacerse del balón con rapidez si es preciso, pero cuando le entran los defensas no ha sabido rendirse a tiempo y caer al suelo con el balón pegado al pecho. Durante los playoffs hemos podido ver a un Andrew Luck que ha mejorado mucho en este aspecto. Es de esperar que durante el año que viene y en temporadas sucesivas no se vuelvan a repetir estos problemas.

Este es, quizás, su único defecto. Es tremendamente bueno en todo lo demás. Destaca en todo lo que tiene que destacar un buen QB. Sabe leer las defensas. Sabe jugar con los audibles. Sabe provocar que el contrario cometa faltas antes del snap. Es un scrambler brutal, sabe zafarse de los pass rushers, aprovechar su poderío físico para escapar, correr con el balón o lanzar en carrera con precisión. Si tiene que coger el balón y jugar con las piernas, es una locomotora que no rehúye el contacto cuando la jugada puede ser decisiva. Tiene una presencia en el pocket impresionante. Tiene una madurez poco común para su edad. Es inteligente, sabe echarse el equipo a la espalda y es un líder nato. Es humilde, tiene mentalidad de equipo, no se rinde ante la adversidad y además es hasta simpático. Usa un flip phone, un teléfono de "tapa" sin conexión a Internet ni pantalla táctil. Dice que pasa de estar conectado 24/7. El secreto de Andrew Luck es que es un auténtico friki del fútbol americano. Se levanta por la mañana pensando en football, y en football piensa cuando se va a dormir. Es un auténtico nerd de este deporte, y eso hace que lo conozca y lo sepa interpretar a las mil maravillas. Si los Colts necesitaban un quarterback franquicia que hiciera olvidar a Peyton Manning, Andrew Luck era su hombre. Este año termina su contrato y, aunque todavía no se sabe nada, hay quién vaticina que será un contrato estelar. No sería de extrañar viendo los últimos contratos que están firmando muchos de los QB titulares actualmente y los resultados obtenidos por el propio Luck, que lo colocan, si no en la élite, justo en su frontera.

En la banda, aportando experiencia y madurez, está el que dicen que se ha convertido en uno de los mejores amigos de Andrew Luck: Matt Hasselbeck. Cuando el QB veterano accedió a pasar a ser parte del equipo, sabía perfectamente cuál era su papel. Un papel que ha cumplido a la perfección. Es una buena influencia que puede enseñarle muchos trucos a Luck. Y cuando ha tenido que salir al campo para darle descanso a su compañero, lo ha hecho más que bien. Más allá de lo que aporta fuera del campo, da muchísima seguridad como suplente. Este año es agente libre y, si está dispuesto a seguir, sería un acierto renovarlo por al menos una temporada más.

Con Andrew Luck bajo centro, esta es, sin duda, la posición que menos debería preocupar de todo el equipo. Desde que llegó a la NFL no ha hecho más que mejorar y se espera que siga progresando durante los próximos años. El espectáculo está asegurado.


RECEPCTORES (B):

Si bien el cuerpo de receptores no ha sabido cumplir con las expectativas creadas al inicio de la temporada, ha tenido un papel crucial a la hora definir el estilo de juego de los Colts. Sí, Andrew Luck le ha lanzado balones hasta a los utileros. No es un secreto que es un QB que se apoya mucho en sus tight ends y sus corredores para pasar, pero eso no quita que el juego de los receptores haya sido fundamental. Admitimos que el hype que se creó en pretemporada, debido a los nombres de los receptores titulares (Hilton, Wayne, Nicks) no ha sido para tanto, pero se ha cumplido bien a pesar de todo. Este año Pep Hamilton se ha olvidado del power running y se ha dado cuenta que con un QB como Andy, lo suyo es dominar con el pase para darle juego a la carrera y no al revés. Si se ha llegado a jugar la final de conferencia ha sido, entre otras cosas, gracias al cuerpo de receptores.

T.Y. Hilton ha sido esta temporada el WR1 indiscutible, una de las piezas clave del equipo y una de las estrellas de la liga. Durante la regular season ha conseguido 82 recepciones para 1.345 yardas (16,4 por intento) y 7 touchdowns. No es ni una cuarta parte de los 42 touchdowns conseguidos de pase, pero no está tan mal teniendo en cuenta lo repartidos que han estado este año los pases y los tantos. El año que viene seguirá siendo el WR1, y posiblemente lo seguirá siendo durante unas cuantas temporadas.

El rendimiento de Reggie Wayne, en cambio, ha sido mucho más irregular. Empezó la temporada muy bien, como demostrándole al mundo que aún tenía mucha guerra que dar, pero las lesiones no le han perdonado, lastrando su nivel de juego por completo. En una entrada anterior hablábamos del futuro de uno de los jugadores más carismáticos y más queridos por la afición. Está sólo en sus manos decidir si se retira con la cabeza bien alta, o vuelve e intenta ganar un segundo anillo.

Hakeem Nicks no ha sido el jugador impactante que se esperaba que fuera. El ex-Giant tardó mucho en coger el ritmo de los Colts. Durante las primeras jornadas daba la impresión de que no dominaba el playbook. Le ha costado mucho conseguir separarse de sus defensas. Y no ha sido la amenaza que se supone que iba a ser en la endzone. Aún con todo, el "Joakin", como lo llamamos amistosamente en casa, ha sabido jugar a un nivel mucho mejor en playoffs. Este año termina su contrato, y no sabemos si la organización querrá contar con él para otro año. Esperamos que no.

La sorpresa este año la ha dado el rookie Donte Moncrief. Dio muy buena impresión en pretemporada y, como no nos hemos cansado de repetir, a pesar de haber jugado pocos minutos ha conseguido muy buenos resultados. El año que viene tiene que explotar, mejorar un poco esas manos y redefinirse como peligro de muerte en pases profundos. Nadie debería sorprenderse si la temporada que viene saliera al campo como WR2.

Griff Whalen ha tenido pocas oportunidades este año. Con la llegada del retornador Josh Cribbs, Whalen no ha tenido hueco ni en los equipos especiales. Es un jugador que lo hizo muy bien el año pasado y al que nos hubiera gustado ver algo más en acción. Se habla mucho de que Duron Carter podría firmar un acuerdo con los Colts. El receptor de la liga canadiense e hijo del hall of famer Cris Carter podría dejar fuera del equipo a un Whalen que estamos seguros que podría ser una opción de futuro, aunque fuera en la banda.

Nunca se sabe cómo se va a enfocar el draft y si se intentará traer a algún receptor de la NCAA, pero si se confirma la llegada de Carter y resulta ser una buena opción, la posición de receptor estaría casi cubierta.

Con esto damos por concluido lo referente a quarterbacks y receptores. La semana que viene tampoco hablaremos del Super Bowl (al menos no en el blog). En la próxima entrada analizaremos a los corredores, los tight ends y la línea ofensiva, para cerrar así la clasificación del ataque de los Colts.







Fuente imagen: cnn.com

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