miércoles, 8 de octubre de 2014

Previa Indianapolis Colts vs Houston Texans.


Después de vencer en casa a los Baltimore Ravens, los Colts no tienen más remedio que seguir avanzando hacia un puesto en playoffs con otra victoria. Mañana jueves por la noche, el Reliant Stadium en Houston se vestirá de gala para recibir al que es su más temido rival de división desde que se creara la franquicia tejana en 2002, y los Indianapolis Colts se integraran en la recién creada AFC Sur. Una victoria pondría a Indianapolis como líder en solitario de la división. El empuje de las últimos tres partidos con tres victorias, debería ser suficiente para pensar que los Colts regresarán de Houston como vencedores.

Visto lo visto la semana pasada, en la que la defensa de los Colts estuvo muy fuerte, hay confianza suficiente como para pensar que la cosa se podría repetir. Como si las piezas del engranaje comenzaran a encajar poco a poco para que la máquina funcione con potencia. Ya el año pasado tuvimos atisbos de lo que podría llegar a ser esta defensa. Es cierto que la presencia de Robert Mathis, líder en sacks de toda la liga, fue importantísima, y que su ausencia este año se está sintiendo mucho; pero también es cierto que la semana pasada la defensiva de la herradura se irguió como un muro de contención. Si la defensa muestra el nivel de la semana pasada, sería raro que los Colts no ganen el partido. De algo tenía que servir tener un entrenador principal de vocación defensiva. Después de dos años con serios problemas en este aspecto, se están empezando a ver los frutos. Tanto el entrenador principal Chuck Pagano como el coordinador defensivo Greg Manusky están haciendo muy buen trabajo, y si son capaces de que la defensa mantenga el nivel, el equipo puede ser imparable.

Los Houston Texans tienen una relación victorias/derrotas idéntica a la de los Colts: 3 victorias, 2 derrotas. Los Colts han ganado sus tres últimos partidos. Los Texans ganaron sus dos primeros partidos con solvencia, contra Washington Redskins (6-17) y Oakland Raiders (30-14) respectivamente. Perdieron en la tercera jornada contra los New York Giants (17-30). Volvieron a ganar contra los Buffalo Bills (17-23) a la semana siguiente, y vienen de perder en la prórroga contra los Dallas Cowboys (17-20). Visto así, y a pesar de compartir el primer puesto de la AFC Sur empatados a puntos, los Colts parecen un equipo más solvente. Las casas de apuestas están pagando una victoria de Houston a 2.3. Se les vio sufrir contra los Cowboys, y a pesar de lo importante que es para ellos este partido, lo tienen complicado contra estos Colts.

Los Texans cuentan en ataque con dos nombres propios (Andre Johnson y Arian Foster), y uno impropio (Ryan Fitzpatrick). Andre Johnson es un excelente receptor y puede ser un factor importante. Conoce bien al cornerback Vontae Davis, y en encuentros anteriores ha sabido superarlo en la mayoría de las jugadas. Davis ha mejorado mucho respecto al año pasado y está en una forma incontestable. Será un duelo interesante. Por tierra tenemos al que ha sido por derecho propio uno de los mejores corredores de la liga de los últimos años. Arian Foster puede convertirse en una auténtica pesadilla si no se le consigue frenar. Cuando está sano, el RB undrafted de los Texans abre caminos imposibles y pasa por encima de cuantos defensas se le pongan por delante. No he parado de repetir que la defensa contra la carrera ha mejorado mucho. Mañana será un día perfecto para demostrar que esto es así. Que Ryan Fitzpatrick se coloque bajo centro será lo mejor que le podría pasar a Indianapolis. Sin ser un auténtico desastre, el quarterback que los Texans se han llevado de Tennesse es bastante limitado. Es un tipo que no tiene miedo al contacto y que se mueve bien con las piernas. No me extrañaría que mañana jueves hiciera algún primer down de carrera. Sabe salir a tiempo de la presión, es rápido, y corre de forma inteligente. En cuanto a su juego de pase, puede lanzar rápido y lejos, pero es adicto a las intercepciones. Si la secundaria está al tanto, raro sería que no se le interceptara al menos una vez. Si la defensa de los Colts es capaz de anular a Johnson y de frenar a Foster en la medida de lo posible, los Texans no podrán mover el balón con comodidad, y no harán muchos puntos.

El otro partido se presenta mucho más igualado. La defensa de los Texans, a pesar de estar en vigésimo cuarta posición en el ranking de la liga, cuenta con la figura del que probablemente sea el mejor jugador defensivo en activo: J.J. Watt. El defensive end cuenta con unos números impresionantes. En cinco partidos lleva 19 placajes, 2 sacks, una intercepción con retorno de 80 yardas para touchdown, una patada bloqueada, 3 pases deflectados, y un touchdown de recepción en ataque. Es una mala bestia. En Houston amenazan a los niños que no se terminan la cena con llamar a J.J. Watt. Llevo viéndolo jugar desde que fue drafteado en 2011. Es sencillamente espectacular. Defiende bien la carrera. Se escabulle de los líneas ofensivos con una velocidad que da miedo. Agobia bloqueando pases. Es uno de los jugadores más atléticos de la NFL, está en una forma envidiable, y además es letal una vez que tiene al QB rival en el punto de mira. Nadie puede poner en duda su poder. Para mí es un eterno MVP defensivo. El mejor jugador de los Texans. El terror. Para contenerlo, los Colts cuentan con una línea ofensiva que ha mejorado sensiblemente este año, pero que mañana empezará el partido con dos guards suplentes. Jack Mewhort y Hugh Thorton están lesionados. Es más que probable que Jonotthan Harrison empieze en la posición de centro, y no es que crea el chico sea malo, pero estoy seguro que ahora mismo A.Q. Shipley es una mejor opción. Chuck Pagano es el entrenador principal y él sabrá por qué lo hace. El caso es que una línea que, sin haberlo hecho mal, camina ahora mismo en una capa de hielo muy fina, se enfrenta contra el jugador defensivo definitivo. Imagino que durante esta semana se habrá trabajado duro en crear un muro de contención que anule el poder de J.J. Watt, o el rendimiento del QB de los Colts puede verse resentido.

Vale, Andrew Luck está enorme esta temporada. Líder de la liga en yardas de pase y touchdowns. No se puede pedir mucho más. Pero si quiere mover el balón con soltura a través del campo y anotar puntos que aseguren el partido y le den ánimo a la defensa para seguir luchando, tendrá que soltar el balón muy rápido, buscando rutas cortas o medias. Eso no quiere decir que no pueda sorprender con pases largos, sobre todo en jugadas de play action en las que se pueda engañar a la secundaria. Los fans de los Texans aún tiemblan al escuchar el nombre de T.Y. Hilton. El joven receptor deberá mostrar sus armas y deslumbrar como el jugador estrella que es. A su lado estará el incombustible Reggie Wayne, un seguro de vida experto en convertir todo tipo de lanzamientos en pases completos, un devorador de yardas nato, que luchará por mantener su pedrigree por todo lo alto. La pareja de tight ends formada por Coby Fleener y Dwayne Allen tiene que posicionarse como una de las mejores de toda la liga. Este partido puede ser decisivo para ellos. La carrera no ha terminado de funcionar en lo que llevamos de año. La línea ofensiva tiene que saber abrir puertas para Trent Richardson y Ahmad Bradshaw, y ellos tienen que seguir dándolo todo en cada yarda.

Los equipos especiales este año están brillando con luz propia. El que el año pasado se perfilaba como un punter de calidad, ha terminado de explotar este año, siendo uno de los mejores de toda la NFL en esa posición. Pat McCafee es un grande. Los Texans son un equipo al que no es complicado colocar en la yarda 10 tras un punt. Los Colts son especialistas en ese terreno. Puede ser decisivo obligar al ataque rival a recorrer muchas yardas, dando oportunidad a la defensa de provocar terceros downs. Veremos cómo se comporta el equipo en este aspecto.

Duelo divisional por todo lo alto. Uno de los mejores jugadores defensivos se enfrentará a uno de los mejores quarterbacks. El espectáculo está asegurado. Hay que mantener la racha de victorias contra un equipo al que hay que dominar mentalmente desde el primer snap. Hay que volver a Indianápolis con una victoria bajo el brazo, para poder trabajar en el hueso duro de roer al que se enfrentarán la próxima semana en Cincinnati.



Fotografía: Bob Levey

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