viernes, 3 de octubre de 2014

Previa Baltimore Ravens vs Indianapolis Colts


Hoy toca empezar pidiendo disculpas. En el artículo anterior, la crónica del partido contra los Titans, me equivoqué al decir que los Colts viajaban a Baltimore. Evidentemente, este domingo los Colts se enfrentan a los Ravens, pero lo hacen en casa, en el Lucas Oil Stadium.

En cuanto al partido, creo que estará igualado, será de alto puntaje, y posiblemente sea resuelto en el último cuarto. Sobra decir que es muy importante conseguir una victoria. Con una relación de resultados de 2 victorias y 2 derrotas, a partir de ahora, todos los partidos serán vitales para los Colts. Los de Indianápolis vienen de perder sus dos primeros encuentros contra Denver y Philadelphia, dos equipos de playoffs, y de arrollar a otros dos de última línea como son Jacksonville y Tennesse. Los Ravens han ganado 3 de los 4 partidos que han jugado este año. Perdieron 23 a 16 en la primera jornada contra los Cincinnati Bengals, uno de los equipos que se presentan más fuertes este año. Pasaron por encima de los Pittsburg Steelers en la segunda jornada, con un 26 a 6 bastante contundente. Lo pasaron mal contra los Cleveland Browns en la tercera, ganando in extremis 23 a 21. Y la semana pasada volvieron a dominar por completo, esta vez contra los Carolina Panthers, jugando hasta ahora su mejor partido con un resultado final de 38 a 10. Los Ravens han jugado muy cómodos en dos de sus cuatro partidos, contra Steelers y Panthers, dos equipos que al inicio del presente curso fueron presentados como contendientes. A pesar de las credenciales que traen los Ravens bajo el brazo, es un encuentro que se puede ganar.

La rivalidad entre ambos equipos comienza a gestarse en el año 1984, año en el que los Baltimore Colts deciden moverse de estado y se trasladan a Indiana; pero no es hasta 1996, cuando los Baltimore Ravens, renacidos de las cenizas de unos Cleveland Browns también trasladados, debutan en la NFL. Desde entonces cada partido entre estos dos equipos se vive con intensidad, pues los fans de Baltimore siempre están dispuestos a demostrarle a los Colts que no los necesitan en absoluto en su ciudad. Y ya que hablamos un poco de historia, creo que nadie podrá olvidar el último partido que los Colts jugaron contra los Ravens. Era 2012, y el equipo se había metido en playoffs gracias al liderazgo de su quarterback novato. Los Ravens ganaron por 29 a 9, para poco después plantarse en el Super Bowl de New Orleans, y tras el incidente con la instalación eléctrica que tuvo parado el partido algo más de media hora, llevarse el Lombardi a Baltimore cuando todo parecía indicar que los 49ers iban a remontar. Ha llovido desde entonces. Hasta este año, los Ravens no habían recuperado el nivel que mostraron el año que ganaron el Super Bowl. Los Colts por su parte han proyectado su potencial desde 2012 de una forma notable. Si alguien gusta de estadísticas, decir que los Ravens no son un equipo que juegue cómodo fuera de casa, mientras que los Colts suelen deslumbrar en el Lucas Oil. Además, los últimos partidos que los Ravens jugaron en Indianápolis, los perdieron.

Este año, los Baltimore Ravens son un equipo revelación. Yo al menos no esperaba que llegasen a jugar al nivel que lo están haciendo.  El front seven con el que cuentan es muy duro y estoy seguro de que hará lo posible por penetrar en la línea ofensiva de los Colts para tirar al suelo a Andrew Luck las veces que sean necesarias. Otra cosa es que lo consigan. Luck es un escapista nato, un Houdini disfrazado de quarterback que vuelve loco con sus scrambles a todo aquel defensa que se atreve a acercársele, y que puede deshacerse del balón en décimas de segundo si se ve apurado. Si a esto le sumamos que la línea ofensiva ha mejorado mucho este año (a pesar de las bajas) protegiendo al QB, se prevé una lucha igualada en esta parcela del juego. Defensivamente, sin llegar a cotas de épocas en las que Ray Lewis dirigía el cotarro, los Ravens son un equipo fuerte. Quizás no sean los mejores parando la carrera, no les hará falta contra los Colts, que no mueven bien el balón por tierra; pero la secundaria y el pass rush sí son algo destacable. No sé hasta qué punto los Colts mantendrán el estilo de las dos últimas semanas, potenciando el pase para sostener la carrera, o si por el contrario se empeñarán, como tantas otras veces, en estrellarse con la carrera para luego intentar salvar el partido por medio del pase. Espero que tanto Pep Hamilton como Chuck Pagano hayan aprendido la lección: la victoria pasa por darle el balón a Andrew Luck y dejar que explote su potencial pasador.

Frente a la defensa de los Colts que, sin contar aspectos preocupantes como la defensa contra tight ends y el pass rush, ha mejorado mucho con respecto a los dos últimos años, veremos a una ofensiva anotadora, que cuenta con buenas armas, y que está capitaneada por el inconstante Joe Flacco. El quarterback de los Ravens, ni es tan bueno como algunos creen, ni tan malo como dicen otros. Es un jugador con un gran brazo, capaz de lanzar buenas bombas y de provocar big plays, amante de los roll out playactions, pero algo inconsistente, con una visión del juego limitada, y con anticongelante en las venas en vez de sangre. Una de las claves del partido estará en su brazo. Si Flacco tiene una buena tarde, el partido se le puede complicar mucho a los Colts. Si se le puede contener, aunque sea por medio de la secundaria, no debería ser difícil hacerse con la victoria. Si Vontae Davis, Greg Toler o el nickel Darius Butler consiguen frenar a sus respectivos receptores, a Flacco se le pondrá esa cara de pardillo con la que sólo algunos quarterbacks nos deleitan de vez en cuando, y poco o nada podrá hacer por volver a coger dinámica vencedora.

Esta semana se ha hablado mucho sobre los comentarios polémicos de John Harbaugh, entrenador principal de los Ravens, sobre lo lícito/artificial del ruido en el estadio de los Colts. No se puede ignorar que un público ruidoso puede marcar la diferencia, obligando a la ofensiva rival a jugar con mucha presión, sin poder apenas comunicarse, y cometiendo muchos penaltis previos al snap. En este caso, a Harbaugh el disparo podría salirle por la culata, ya que con dichos comentarios lo único que va a conseguir es que la parroquia del Lucas Oil se enfurezca y ruja como nunca antes ha rugido.

Será importante vigilar tanto a Steve Smith por arriba, que está teniendo una temporada muy buena, como a Justin Forsett por abajo. Mención especial a los screen pass y a los pases a corredores saliendo desde el backfield. Será importante también parar a los Ravens en tercer y cuarto down, el partido puede estar ahí. Será providencial que los Colts no se disparen en un pie, transformándose en su peor enemigo, una de mis mayores preocupaciones.

Si los Colts quieren cimentar una temporada sólida, tienen que vencer este domingo a los Ravens. La imagen del equipo está en juego. Hay que saber ganarle a un grupo fuerte como Baltimore o las opciones de sobrevivir en postemporada serán nulas. Hay que quitarse la espina de aquellos playoffs de 2012. Ahora mismo Indianapolis tiene a uno de los mejores quarterbacks de la liga, hay que sacarle partido. Sé que me repito y que me deshago en alabanzas hacia el bueno de Andy, pero los números no mienten, y cuando el partido se desarrolla basado en su juego, el partido se gana.



Fotografía: Patrick Smith

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