sábado, 11 de octubre de 2014

Indianapolis Colts 33, Houston Texans 28.



Partido emocionante e igualado en el Reliant Stadium en Houston, Texas. Tras un primer cuarto en el que los Indianapolis Colts salieron a matar y casi sentencian el encuentro, los Houston Texans lucharon duro y estuvieron a punto de remontar. Los de Indianápolis aguantaron el tipo y consiguieron llevarse la victoria de Houston, victoria que los coloca como líderes en solitario de la AFC Sur.

Luces y sombras en un partido de suma importancia que, si bien no deja muy buena imagen del equipo, sí que lo sitúa en lo alto de la división. La defensa de los Colts funcionó hasta empezado el segundo cuarto, momento en el que el ataque de Houston pareció resucitar de sus cenizas y estuvo cerca de darle un susto a los de Chuck Pagano.

El juego de los Colts en el primer cuarto fue espectacular. Tras parar en tres y fuera a los Texans y anotar un field goal, los Colts volvieron a sorprender una semana más con otro onside kick, ejecutado con maestría por Pat McAfee y recuperado por él mismo. Este muchacho vale su peso en oro, vale cada dólar que gana, y dentro de cinco años cuando toque renovarlo, habrá que hacerle una oferta que, como dijo Don Vito Corleone, no podrá rechazar. Tras la inercia del balón recuperado, Andrew Luck conecta profundo con T.Y. Hilton y Trent Richardson remata el drive anotando un touchdown. La forma que en la que se están usando los equipos especiales, y en concreto la calidad indiscutible de McAfee, puede sentar precedentes y crear una moda.

Durante el Thursday Night de ayer, vimos jugar a unos Colts que dieron una imagen con muchos claroscuros. Se jugó un primer cuarto impecable. Desde el inicio de la temporada, el cuerpo técnico ha intentado darle la vuelta al estilo de juego que los Colts desarrollaron en parte de la temporada pasada. Ya no se remontan partidos en el último cuarto y se intenta dominar desde el primer minuto. Esta estrategia es acertada. Lo del año pasado fue muy emocionante, y los últimos cuartos de nuestro querido Comeback Kid fueron tremendos, remontando por la heroica partidos que parecían imposibles de remontar. Tanto es así que a ello le debemos el nombre a nuestro blog. Este año, por el contrario, se intenta dejar el partido encarrilado desde el primer cuarto. Hasta aquí nada que objetar. El problema viene contra equipos más o menos fuertes, y durante la segunda mitad del partido se están teniendo problemas para mantener el resultado arriba. Los Eagles son otro equipo especialista en remontar partidos imposibles. Los Colts lo sufrieron en primera persona durante la segunda jornada. Los Texans no tienen los mismos recursos que los Eagles, y anoche tuvieron en su mano llevarse la victoria, pero un par de errores terribles lo impidieron. A mí personalmente me gusta que se intente empezar fuerte desde el primer momento, para que luego no haya que anotar a toda prisa en contra de un resultado adverso. Ese es el plan a seguir, pero para que este plan funcione hay que ser sólidos durante el resto del partido, sobre todo en defensa, sin dejar de aprovechar tampoco oportunidades en ataque que puedan dejar el partido sentenciado. Anoche, los Colts empezaron en modo apisonadora, pero la concentración de la defensa se fue volatilizando poco a poco, a medida que Arian Foster acumulaba yardas y touchdowns. Esto no puede volver a pasar. Contra equipos como los Bengals, a los que se enfrentan la semana que viene en Cintinnati, o los Patriots, o los Giants, no se puede perder el control después de haberlo dejado listo para sentencia. No nos engañemos, los recursos de los Texans son limitados, y tal y cómo se pudo ver anoche, aparte del peligro que puede aportar Andre Jonhson en situaciones puntuales, o de la figura de Arian Foster en carrera, poco más pueden aportar los muchachos de la calavera de toro. Hay otros equipos en la liga contra los que será muy complicado aguantar un resultado favorable si la defensa no cumple y el ataque no arrolla.

Ayer jueves por la noche, y teniendo en cuenta a quién se estaba enfrentando, Andrew Luck jugó un buen partido. Es cierto que no tuvo un porcentaje de pases completos elevado, sólo completó 25 de 44 intentos, pero acumuló la friolera de 370 yardas, tres TD y, de nuevo, fue interceptado en una ocasión. Tanto él como la línea supieron contener, hasta cierto punto, a ese engendro del infierno disfrazado de jugador de football que responde al nombre de J.J. Watt. A pesar de las bajas de los dos guards titulares, los suplentes supieron hacer bien su trabajo, y hasta entrado el segundo cuarto, en el que Watt se creció y parecía que iba a desequilibrar el juego, estuvieron correctos y anularon al DE de los Texans. El centro titular, Jonotthon Harrison, a pesar de un par de errores remarcables, hizo un buen partido y supo estar a la altura de la confianza puesta en él desde el cuerpo técnico. Parece que tiene potencial suficiente como para contar con él como el centro que realizará los snaps de los Colts durante los próximos años.

T.Y. Hilton estuvo enorme. Impresionante. 223 yardas de pase y un TD. Fue el objetivo de referencia de Luck, con 9 pases recibidos. Por si alguien lo dudaba, Hilton demostró que es un jugador extraordinario y que sigue en una forma incontestable. Hakeem Nicks empieza a ser un problema para la ofensiva. El receptor traído de los Giants, no está brillando como se esperaba. Pierde balones que debería atrapar, le cuesta conseguir separación de sus defensas, y no está siendo indiscutible en la endzone, puesto que le está quitando el bueno de Dwayne Allen. Sabíamos que Nicks venía de un tener un año malo, pero yo personalmente creía que esta era su oportunidad de redención, regresando al nivel que se le ha visto en años anteriores. Coby Fleener cumplió y anotó un touchdown, y el antes mencionado Allen jugó muy bien. Es fundamental en los bloqueos y tiene unas manos prodigiosas cuando se trata de recibir balones. Una pena que no volviera a anotar.

La carrera, una semana más, sigue siendo uno de los puntos más flojos del sistema ofensivo. Está bien, tanto Trent Richardson como Ahmad Bradshaw están haciendo un buen trabajo, pero no sé si es una cuestión de la línea ofensiva, que no abre bien caminos, o de la elección de las jugadas, o de los propios RB, pero el caso es que la carrera, que debería darle opciones al pase, no es más que un lastre que esporádicamente consigue yardas o primeros downs. Entiendo que el juego ofensivo de los Colts se base en el pase, para eso está configurado así el equipo, y para eso tienen al QB que tienen y los WR y TE que tienen, pero el pase tiene que tener opciones de engaño en una buena carrera, porque de otro modo no hay manera de que cuelen los play actions y el resto de jugadas trampa. Habrá que seguir trabajando duro en este aspecto para que el juego de carrera complemente al pase. Si se consigue un ataque algo más equilibrado, la mejora podría ser notable.

En líneas generales, la defensa que jugó contra los Texans no tuvo nada que ver con la que vimos la semana pasada contra los Ravens, nada que ver. Se jugó bien en algunos aspectos, pero muy mal en otros. Demasiados altibajos. Reminiscencias del año pasado. Es cierto que cumplió con creces en el primer cuarto, pero se despistó desde entonces. Durante este primer cuarto no dejó que se hicieran big plays, se contuvo la carrera, se anuló el pase, y no se dejó que se anotaran puntos. Se tomaron decisiones conservadoras, permitiendo carreras de 5 o 6 yardas, pero manteniendo mucha seguridad en la segunda línea y evitando jugadas de alto recorrido. A partir del segundo cuarto la cosa cambió. Radicalmente. Arian Foster se desmelenó, recorriendo el campo a sus anchas, y la defensa contra la carrera sufrió mucho. ¿Tanto se ha notado la ausencia de Jerrell Freeman? Diferencias aparte con la semana pasada, tengo que reconocer que el aspecto que más me ha preocupado desde el inicio de la liga, y sobre todo desde la lesión de Robert Mathis, el pass rush, ha resucitado de la nada. Cory Redding, Björn Werner, D'Qwell Jackson. Hasta 5 veces mordió el polvo Ryan Fitzpatrick. En la secundaria, Vontae Davis cometió alguna falta que podría haber evitado, pero compensó con un buen partido. Se sintió también la ausencia de Darius Buttler como nickel. Por otro lado, Sergio Brown no estuvo tan bien como la semana pasada, y sí que se llegó a echar de menos a Mr Biceps, LaRon Landry. Werner sigue progresando adecuadamente. Hizo un gran partido y remató la noche robando una posesión que valió la victoria. Hay que seguir trabajando duro para volver a mostrar el nivel de la semana pasada en defensa. El equipo tiene mucho potencial, y tiene a muy buenos hombres, por lo que lo sucedido frente a los Ravens debería repetirse a partir de ahora más a menudo. Consistencia. Regularidad. Mentalidad ganadora. No hay otra forma de jugar buen football.

Por su parte, los de Houston fueron arrollados por completo en el primer cuarto. Intentaron sacar la cabeza y meterse en el partido durante los tres restantes, Arian Foster se vistió de superhéroe e hizo temblar a la afición de los Colts. Cuando todo parecía perdido para ellos, los Texans apretaron el acelerador e hicieron lo que mejor saben hacer, presionar con Watt a la cabeza, y dejar que Foster mueva el balón por tierra. Estuvieron cerca de conseguir la remontada, y a pesar del esfuerzo de sus estrellas, los errores cometidos y la cantidad de puntos anotados por Indianapolis hicieron que fuera imposible para los tejanos vencer a los Colts. Ryan Fizpatrick mantuvo el tipo. No hizo un gran partido, pero tampoco fue un desastre. No dejó que lo interceptaran ni una sola vez, tuvo sus aciertos, y consiguió algunos primeros downs importantes, uno de ellos de carrera. En defensa comenzaron muy blanditos. El propio J.J. Watt parecía anulado, desaparecido. Pero el tiempo pasaba y el DE de los Texans se fue calentando, terminando el partido con una derrota, pero con dos sacks y un fumble recuperado para TD. Hizo lo que mejor sabe hacer. Presionar, agobiar, cerrar la carrera, deflectar pases. Lamentablemente para los Texans, el peso del primer cuarto fue más de lo que les hubiera gustado tener que soportar, y al final, en unos últimos minutos eléctricos en los que parecía que cualquiera de los dos equipos podía ganar, Werner provocó un fumble recuperado para que los Colts se alzaran con la victoria, el liderato en solitario de la división, y un empuje tremendo para encarar los próximos encuentros.

El partido de anoche no fue un buen partido para los Colts. Tenían que haber aguantado mejor el restultado y no haberle dado opciones a los Texans. Un resultado demasiado ajustado. Una victoria muy apurada. Demasiado sufrimiento; pero al final, lo que cuenta es la victoria que sube al casillero y deja a los Colts líderes de su división.

La semana que viene el equipo viaja a Cincinnati, en busca de unos Bengals que están muy fuertes este año, que cuentan con grandes figuras, y que están jugando un football muy potente. La jornada no ha terminado y aún quedan buenos partidos para disfrutar. Con la victoria de los Colts en Houston podremos ver algo más tranquilos los que prometen ser unos buenos duelos. El domingo juegan Carolina y Cincinnati, Dallas y Seattle, y N.Y Giants contra Philadelphia. Habrá que estar atentos al game pass y no dejar que se nos escape ninguno de esos encuentros, y ya la semana que viene nos preocuparemos del viaje a Cincinnati.



Fotografía: David J. Phillip

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