jueves, 23 de octubre de 2014

Mitos del pasado: Marvin Harrison.


Hace pocos días, después de muchos años, conseguí la camiseta con el 88 a la espalda. Algunos aficionados quizás no lo recuerden, sobre todo los llegados en los últimos años a rebufo de la generación surgida tras la marcha de Peyton Manning, pero Marvin Harrison ha sido el mejor WR que jamás haya vestido los colores de los Colts. Hoy en día, con gente en plantilla como Andrew Luck, T.Y. Hilton o Dwayne Allen, aquellos años parecen mucho más lejanos de lo que realmente están. Aún quedan en pie algunos vestigios del pasado, hoy Reggie Wayne es un auténtico veterano que, si bien está demostrando que la edad no puede con él por el momento, camina ya por sus últimos años de carrera. Cuando el bueno de Reggie entró como novato en el draft de 2001, Harrison ya era una estrella indiscutible.

Este fin de semana, Peyton Manning rompió el record de touchdowns de pase con 509 anotaciones de 6 puntos, de las cuales, 112 fueron para Marvin Harrison, siendo el receptor que más TD lanzados por Manning ha conseguido en toda la historia. El receptor de primera ronda llegado de la universidad de Syracuse consiguió durante su carrea deportiva unas estadísticas de otro planeta. Fue seleccionado como probowler 8 veces durante 8 años consecutivos. Entre 1996 y 2008, Harrison cogió 1.102 pases (el tercero de todos los tiempos) para 14.580 yardas (séptimo de todos los tiempos) y 128 touchdowns (quinto de todos los tiempos). De la mano de Peyton Manning, Marvin Harrison rompió todos los records posibles como pareja de QB/WR, llegando a entrar en el exclusivo club de las 1000 recepciones junto a figuras de la categoría de Jerry Rice, Cris Carter o Tim Brown. En 2002, Harrison rompió el record de recepciones en un año con 143, un número que aún le queda muy lejos a todos los demás. Wes Welker consiguió 123 en 2009. Calvin Johnson 122 en 2012. En ese mismo año, Brandon Marshall consiguió 118. Reggie Wayne llegó a su máxima marca personal en 2010, con 111 recepciones. Decir que Harrison era seguro es quedarse muy corto.

Como receptor trazaba las rutas con la precisión de un cirujano y era muy rápido, tanto mental como físicamente. Uno de los jugadores más difíciles de cubrir según alguno de los mejores defensive backs de la época. Era letal consiguiendo separarse de sus defensas, acumulando yardas partido a partido y marcando una cantidad obscena de touchdowns.

Los entrenadores y jugadores que tuvieron la suerte de compartir vestuario con él, ya fuera en Syracuse o en los Colts, coinciden en describirlo como un tipo callado, tranquilo, introvertido y amistoso. Un tipo que ha intentado por todos los medios desaparecer del mapa desde el confuso incidente en Philadelphia, frente a un garaje de su propiedad. No se llegaron a presentar cargos en ningún momento, pero su presencia en aquel tiroteo empañó su imagen durante unos cuantos años. De ahí que hoy reniegue de la prensa y la opinión pública, prácticamente recluido en su pueblo natal.

Ni aquel incidente, ni los años que han pasado, ni la llegada de nuevas estrellas al firmamento Colt harán que me olvide de Marvin Harrison, el eterno número 88, el mejor receptor que este equipo ha tenido y del que al fin he conseguido su camiseta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario