martes, 16 de septiembre de 2014

Idianapolis Colts 27, Philadelphia Eagles 30


El mundo al revés. El guión del pasado Monday Night no podría haber estado peor escrito. Los Colts hicieron un buen arranque de partido y se mantuvieron arriba hasta el último cuarto, pero los de Chip Kelly supieron aprovechar los errores y ganaron in extremis con un field goal en el último segundo del partido. A Pagano, Luck y compañía les dieron un poco de su propia medicina. Cuando todo parecía ganado, los errores se fueron sucediendo uno a uno, y con algo de ayuda de los árbitros, los Eagles regresaron a Philadelphia con una victoria.

El resultado final fue muy ajustado y por un momento pareció que los Colts tenían el partido controlado. No fue más que un espejismo, ya que las virtudes que mostraron durante la primera mitad, desaparecieron en la segunda. Los de Indianápolis empiezan este año con un 0-2 en el total de victorias/derrotas, últimos de la división junto a Jacksonville, y con unos Texans que han ganado sus dos primeros partidos.

Andrew Luck no tuvo su mejor noche. Falló varios pases. No se le llegó a ver fino del todo en ningún momento. Es verdad que el playbook utilizado en el último drive por Pep Hamilton, coordinador ofensivo, no fue el mejor, gastando un par de downs en carrera cuando Luck tenía ganas de gesta. La intercepción fue la gota que colmó el vaso de una actuación que, de no ser por los tres touchdowns, se hubiera podido definir como mediocre. El QB parece que necesita remontar los partidos para dar el 120%. Por tierra, Ahmad Bradshaw estuvo enorme. Una vez más dio todo lo que tenía y peleó con rabia por cada yarda extra. No cabe duda de que estando sano es un gran aporte al juego de carrera. ¡Ay, Trent Richardson! Parecía que estaba haciendo su mejor partido hasta ahora cuando dejó que le provocaran un fumble, por segunda vez en la noche, que no pudo ser recuperado y que le dio por completo la vuelta al encuentro. Nunca hasta ahora había corrido tan bien, pero tiene mucho que trabajar cargando el balón. Dos fumbles son demasiados, incluso para Richardson. La línea ofensiva estuvo genial durante casi todo el partido abriendo huecos en carrera, si bien es cierto que dejaron desprotegido a Luck en algún momento, y hubo algunos pases que tuvo que lanzar bastante apurado. Y los receptores jugaron a rebufo de un Luck que no estuvo brillante. Mención para el fullback/tight end Jack Doyle que cogió dos pases, uno de ellos para touchdown.

En defensa, de nuevo, se sintió mucho la ausencia de Robert Mathis. El pass rush fue inexistente. No recuerdo haber visto a la defensiva apurar a Nick Foles más que un par de veces. Horrible. Es cierto que las cosas parecen haber mejorado bastante contra la carrera. Los últimos dos años se ha sufrido mucho en este aspecto y parece que las cosas han cambiado. Pero se la colaron en tercera y larga con un McCoy que a pesar de tener una actuación excelente, se dejó deslumbrar por Darren Sproles. La secundaria estuvo bien. Muy buena la intercepción de Greg Toler en el no-tan-tiempo de la basura.

Nick Foles jugó a gusto, sobre todo durante la segunda mitad, y aprovechó la ausencia total de pass rush para tomar las riendas del partido y hacerse con la victoria en el último segundo. McCoy y Sproles fueron decisivos en el momento oportuno, quizás estemos ante una de las mejores parejas de backfield (con permiso de Lynch y de Turbin), y el tight end Zach Ertz tuvo un gran actuación.

Un partido ajustado en el que dos errores arbitrales terribles, el de Hilton y el horsecollar absurdo, un pass rushing inexistente, un fumble y una intercepción decisivas, y una mala elección de playbook en los últimos minutos, hicieron que todo lo que se había conseguido armar en la primera mitad, se viniese abajo en la segunda. Los Colts supieron sacar a relucir lo mejor y lo peor de sí mismos en un encuentro emocionante, pero también decepcionante. Segunda derrota, contra el segundo equipo de playoffs con el que se encuentran los de azul. Y una tradición rota: desde la llegada de Pagano y de Luck, nunca antes se habían perdido dos partidos consecutivos.

Ni todo es tan prometedor como hace apenas un mes, ni tampoco tan negro como podría parecer por el duro comienzo con dos derrotas seguidas. Perder frente a los Jaguars de Jacksonville sí que haría que los cimientos del equipo se tambaleasen por completo. Los Colts tienen mucho trabajo por delante si quieren tener opciones este año. Hay que trabajar mucho el pass rush, hay que proteger más el balón y, sobre todo, hay que dejar que Andrew Luck muestre su peligro por arriba y que luzca el arsenal de armas que tiene en su cuerpo de receptores y tight ends. Que juegue Luck. Él sí que puede ser decisivo.

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