Colts 24, Broncos 31

Anoche, los Colts de Indianápolis salieron al Invesco Field at Mile High con ganas de victoria. El partido prometía ser emocional y emocionante al mismo tiempo, y aunque se intentó por todos los medios, no fue suficiente. Aunque no faltaron oportunidades, los Colts no supieron aprovecharlas y Luck no pudo darle la vuelta al partido. Presenciamos un encuentro igualado que cualquiera de los dos equipos pudo ganar. Los de Denver no consigieron arrollar, y aunque plantearon un partido equilibrado se empeñaron en correr una y otra vez. Manning no estuvo mal, pero aunque no sufrió mucha presión se le vio sufrir a la hora de encontrar rutas abiertas. A pesar del resultado, los Colts cometieron muchos errores y se desperdiciaron muchas oportunidades, y eso en la NFL se paga caro. Era un partido difícil que se podría haber ganado.

En defensa, los Colts dejaron una sensación agridulce. Fueron capaces de romper por completo el juego de carrera de los Broncos. Los de Denver intentaron percutir por el centro una y otra vez con Monti Ball, y se encontraron con un muro de contención que sorprendió a propios y a extraños. La secundaria estuvo al tanto, y Vontae Davis hizo un gran partido, pero Greg Toler lo pasó mal. Tenía preparada una previa que por falta de tiempo no pude llegar a publicar. En dicha previa hablaba de la importancia de un buen pass rush para  poder frenar a la ofensiva de Denver. Un pass rush que anoche pareció totalmente inexistente. Un sólo sack a Manning, y muy poca presión. Bjorn Werner está aún un poco verde, se nota que le faltan minutos. Se notó demasiado la falta de Mathis.

En cuanto al ataque, lo más destacable fue el mal playbook que utilizó Pep Hamilton, el coordinador ofensivo. La línea sufrió mucho. No supo abrir buenos caminos en carrera y dejó que la seguridad del QB se viera amenazada varias veces. El backfield sigue siendo duda, aunque es cierto que Trent Richardson lo intentó, y Ahmad Bradshaw jugó más que correctamente, sobre todo aportando al juego aéreo. En el cuerpo de receptores el único que brilló con luz propia fue Reggie Wayne. El receptor veterano cogió el balón 9 veces y consiguió realizar 98 yardas de pase. Hilton tuvo un par de destellos, pero tanto él como Nicks no tuvieron su mejor noche. El que estuvo enorme fue Dwayne Allen, con 64 yardas y un TD. Y bueno, Luck no hizo el mejor partido de su vida, pero no se rindió y a pesar de todo se marcó 370 yardas, un TD y, eso sí, dos intercepciones.

Los Broncos estuvieron muy bien en defensa. Las nuevas adquisiciones estuvieron a la altura de las circunstancias, y se nota que esta defensiva se ha visto muy reforzada con la presencia de DeMarcus Ware, Aqib Talib y T.J. Ward. En ataque, Demaryus Thomas no estuvo muy fino recibiendo, pero tanto el tight end Julius Thomas como el receptor Emmanuel Sanders pusieron en aprietos varias veces a los de Indianápolis.

Creo que se desperdiciaron muchas oportunidades. El primer fieldgoal fallado, más el pañuelo. El QB Sneak en yarda 1, también fallado. Otro cuarta y gol, esta vez traducido en 3 puntos en vez de 7. Las dos intercepciones de Luck. El fumble no recuperado. La rodilla que toca el suelo en la jugada de retorno de Whalen. Es cierto que el equipo no perdió las ganas de ganar en Denver hasta que matemáticamente no hubo posibilidad de darle la vuelta al partido. Visto lo visto el año pasado, yo ya no tiro la toalla hasta que Luck tira la toalla. Hubo un momento en el que parecía que íbamos a asistir a un nuevo milagro, que había posibilidades de regresar a casa con una victoria bajo el brazo, y lo peor de todo es que la victoria estuvo ahí, cerca de la mano, pero no pudo ser, y hay mucho que mejorar. Tengo que reconocer que al terminar el partido no se me quedó un gusto del todo amargo en la boca. Se cometieron muchos errores, pero también se hicieron muchas cosas bien. Creo que los Colts siguen siendo un equipo competitivo que llegará a playoffs. Cómo se desenvuelvan en postemporada dependerá de cómo desarrollen el nivel de juego durante la temporada regular. El calendario es bastante benévolo, y precisamente este partido contra los Broncos era uno de los que se esperaba perder. Esta semana toca hacer autocrítica, pulir los errores y pensar en el partido del domingo que viene contra los Eagles.