domingo, 31 de agosto de 2014

El camino al Super bowl

Como todos los años por estas fechas, los canales de noticias deportivas están plagados de listados con los rosters "definitivos" de los equipos. La pretemporada da sus últimos coletazos, y tras una última jornada en la que las estrellas no han tenido ni un minuto de juego, ya sólo queda esperar al Kick Off que de el pistoletazo de salida a la temporada regular.

Todos los años, ya sea por medio del draft o de la agencia libre, todos los equipos intentan mejorar sus plantillas, agregando y cortando a jugadores. Todos los años, los medios hacen sus apuestas e intentan vaticinar, sin mucho éxito, quién acabará por hacerse con el Lombardi. A mí, definitivamente, me parece una misión imposible. Cada año por estas fechas, hay un mínimo de cuatro o seis equipos que parecen lo bastante sólidos como para poder aspirar al Lombardi. Teniendo en cuenta lo visto el año pasado en temporada regular y postemporada, y teniendo en cuenta los ajustes que cada equipo ha realizado entre nuevas adquisiciones y cortes, yo veo a un grupo de varios equipos con posibilidades de llegar a jugar el Super bowl.

En la conferencia nacional varios gallitos están listos para prender fuego al gallinero y hacerse con el máximo trofeo que el football profesional puede otrorgar. Creo que nadie puede decir que el máximo favorito, no sólo para el campeonato de conferencia, sino también para el propio Lombardi, no es el vigente campeón. No sería una sorpresa que los Seahawks de Seattle ganaran la nacional y se llevaran otro anillo a casa; sin embargo, en mi opinión personal, creo que este año lo van a tener un poco más complicado. A pesar del "12th man", a pesar de "Beast mode", a pesar de Rusell "chico-para-todo" Willson, y a pesar de la Legion of Boom (best defense EVER), tengo el presentimiento, y es más que posible que el tiempo me ponga en mi sitio, de que este año el campeón de la nacional no vestirá de azul y gris. No obstante, hoy por hoy, los Seahawks son el mejor equipo de la NFL. Punto. No se puede pedir más. Bueno, quizás no tengan el mejor cuerpo de receptores de la liga, pero una defensa aplastante, un juego de carrera sobresaliente, y un QB versátil que no deja de mejorar, hacen que los de Seattle sean, bajo mi punto de vista y bajo el punto de vista de la mayoría de los analistas, el grupo definitivo. Hay quién diría que tienen un calendario complicado, y es cierto que juegan en la división más fuerte de todo el campeonato, pero, chico, ¡los que tienen que temblar son sus rivales! Quizás suene contradictorio que mientras sostengo que cuentan con el mejor equipo de la liga, afirme que creo que no serán campeones de la nacional, pero tengo el presentimiento de que los Seahakws no viajarán a Arizona en Febrero.

Y eso me lleva al siguiente punto, ya que un blasón con la flor de lis negra sobre campo de oro ondea sobre el estado de Louisiana con más fuerza que nunca. Los acordes de jazz de un when the saints go marching in recorren los adoquines de Bourbon Street con una intensidad arrolladora. Aún rememoro con amargura el día en el que ganaron aquel anillo, después del Katrina y todo eso. Brees tiene aún fresco el recuerdo de aquel año y, jarra de cerveza en mano, le cuenta entre susurros a los más jóvenes la historia de un equipo que consiguió darle un buen baño al gigante de Indianápolis. El tándem mortal Brees/Graham podría verse ampliado si Brandin Cooks termina por ser el jugador que muchos analistas apuntan que será. Hemos visto cómo la defensa de los de Nueva Orleans ha ido subiendo peldaños lentamente y sin hacer mucho ruido. Aún a riesgo de parecer enajenado, y a pesar de lo visto en pretemporada, si tuviera que apostarlo todo a un sólo equipo de la nacional, lo haría por los Saints.

Pero no todo termina aquí en la conferencia nacional. La tundra helada vestirá sus mejores galas para recibir en el corazón del invierno a aquellos guerreros aguerridos que intenten conquistar la montaña de hielo. Con Rodgers recuperado del todo (hey, Rodergs, discount double check!), con Lacy dispuesto a convertirse en uno de los mejores corredores de la liga, con armas como Cobb o Nelson, y muros de contención como Hawk o Mathews, no sería raro ver jugar el Super bowl en Arizona a los de Wisconsin. No nos engañemos, a día de hoy, Rodgers es uno de los jugadores capaces de marcar la diferencia al mando de una ofensiva. Una vez más volverá locos a los defensas rivales, y después de lo sucedido el año pasado, estoy seguro de que quiere demostrarle al mundo, una vez más, que es el mejor QB del planeta.

Por supuesto, la conferencia nacional tiene tanta calidad, que no sería una locura ver en la final a Eagles o 49ers, o incluso (voy a tirarme a la piscina, sin agua ni nada) a Cardinals. Si no incluyo en este grupo a los Panthers, es por la impresión que me han causado en pretemporada. No veo a Newton a gusto con su nuevo cuerpo de receptores y no estoy seguro de que la defensa sea igual de rocosa que la del año pasado.

En la conferencia americana las cosas andan entre dos o tres contendientes a lo sumo. El equipo más fuerte parece el de Denver. A pesar de la triste actuación tanto en ataque como en defensa en el Super bowl frente a Seattle, el equipo que gestiona John Elway desde su asiento como General Manager tiene muchas opciones de repetir este año. La salida de Erick Decker (N.Y. Jets) se ha visto compensada con la llegada de Emmanuel Sanders, procedente de Pittsburg. La defensa, a pesar de las pérdidas, sobre todo en la secundaria, aún parece competente bajo la batuta de un Von Miller que podría volver a explotar esta temporada. Y sobre todo, la presencia de un Manning que no da ni un paso atrás. A este hombre se le ha metido entre ceja y ceja que tiene que ganar un anillo más antes de retirarse, y estoy convencido de que hará todo lo que esté en su mano para conseguirlo. Las cenas familiares con Eli comienzan a ser bochornosas en cuanto el pequeño de los Manning saca a relucir sus dos anillos. Ganados nada menos que contra los imparables Patriots de Belichick, Brady, Gronko y compañía. No, Peyton está cansado de ser objeto de las burlas de su hermano pequeño, y si tiene que mejorar el nivel mostrado el año pasado, lo hará. He visto jugar a los Broncos en pretemporada. Manning está más sano que nunca, y si el veterano QB está sano, todo es posible.

Y hablando de Brady y compañía, nadie puede negar que los Patriots siguen siendo un contendiente sólido a jugar el Super bowl. Si Gronkowski se mantiene entero y los astros se muestran favorables, los de Belichick cimentarán, drive a drive, su presencia en la gran final. Quizás no hayan hecho el mejor de los drafts, ni se han vuelto locos a golpe de talonario en la agencia libre; pero grupo es compacto, y aunque sin contar con grandes nombres, estoy seguro de que darán guerra hasta su último aliento. El año pasado Brady recuperó la ilusión por el football, y eso les llevó hasta la final de conferencia. Supieron superar la tragedia de Aaron Hernandez. No veo por qué este año no habrían de repetir la hazaña. Con Belichick a los mandos y Brady bajo centro, estos Patriots tienen todas las papeletas de volver a plantarse en la final de conferencia americana, y de ahí al Super bowl, es sólo un paso.

El tercer equipo en discordia de la americana, si me lo permiten, son los Colts de Indianápolis. Es cierto que el panorama en el backfield tras la lesión de Vick Ballard no es muy prometedor. Ojo, yo soy de los que creo que a Richardson hay que darle un voto de confianza y minutos de juego, pero me temo que Bradshaw no aguantará entero por mucho tiempo, y aunque Herron no lo ha hecho nada mal en pretemporada, sigo pensando que el juego de carrera no será el fuerte de los de Indianápolis este año. Eso me lleva al juego aéreo, en el que, probablemente, los Colts sean los mejores de toda la liga. Luck está a un paso de meterse en la élite, y armas no le faltan: Wayne, Hilton, Nicks, Moncrief, incluso Rodgers o Whalen, por no hablar de Allen y Fleener. La profundidad del cuerpo de receptores y tight ends es abismal. Es cierto que la línea camina sobre una capa de hielo muy fina, pero viendo la agenda a la que se enfrentan los Colts este año, si todo sale según lo previsto, no es difícil imaginarlos como campeones de división, y una vez en playoffs, tienen opciones de llegar a la final de conferencia. Todo depende de cómo traten las lesiones al equipo. Demasiadas y muy notables bajas en pretemporada hacen que la profundidad de algunos puestos (lo de la línea ofensiva ya es de susto) sea peor que insuficiente. Pero se nota que el equipo tiene ilusión y hambre de títulos, y bajo el liderato indiscutible de Luck, estoy seguro de que se ven a sí mismos como "super bowl contenders". Si falla la linea, Luck deleitará al público con sus scrambles imposibles y sus carreras hombro por delante. Si falla la carrera, Pep Hamilton le dará el balón a Luck, que hará que los Hilton, Wayne y Nicks rompan todos los records de yardas de pase. Y si falla todo lo demás, el bueno de Andy remontará el partido en el último cuarto y ganará a ritmo de no hurdle en un 2 minute drill que volverá a levantarnos de nuestros asientos.

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